LATINOAMÉRICA
Los seis presos de Guantánamo llevan "buena voluntad" a Uruguay
Por Marina Burón2 min
Internacional08-12-2014
Seis presos de la cárcel de Guantánamo, la base estadounidense establecida en Cuba, llegaron el domingo a Uruguay a bordo de un avión sanitario. Los reclusos son considerados de baja peligrosidad y están hospitalizados en Montevideo. Desde la terminal aérea han sido remitidos al Hospital Militar para su control sanitario, y luego se albergarán en la zona de Rincón del Bonete, al centro del país (200 kilómetros al norte de Montevideo).
Uno de los seis reclusos llegados a Uruguay el domingo en calidad de refugiados, Abdelhadi Omar Faraj, expresó pocas horas después en una carta que durante su estancia se comprometerán a brindar "buena voluntad" y "contribuciones positivas". "En cuanto a mí y los otros prisioneros, deseo asegurarle a todos los uruguayos, incluyendo el Gobierno, que brindaremos solo buena voluntad y contribuciones positivas a Uruguay mientras aprendemos español y rehacemos nuestras vidas aquí", indica Faraj. Cuatro de los presos son de nacionalidad siria, uno tunecino y uno palestino, todos pendientes de liberación desde el 2009, cuando fueron declarados excarcelables por Estados Unidos debido a su baja peligrosidad. El caso más conocido es el del sirio Jihad Ahmed Mujstafa Diyah, detenido desde hace 12 años sin cargos y sin juicio. Su estado de salud es delicado porque desde 2013 realizó varias huelgas de hambre y fue alimentado por la fuerza con técnicas como insertarle un tubo en la nariz para introducirle líquido. Mujica decidió ofrecer la "hospitalidad" de su país "para seres humanos que sufrían un atroz secuestro en Guantánamo", según explicó en una misiva pública el pasado viernes 5 de diciembre, en la que añadía que la razón "ineludible" era "humanitaria". La oposición política uruguaya también se mostró muy crítica con esta iniciativa del gobernante uruguayo, a quien acusaron de "comprar un problema" para el país. En referencia a Guantánamo, el gobernante de Uruguay dijo que ese lugar no es una cárcel, sino "un nido de secuestro". Alegó que "una cárcel supone una sujeción a algún sistema de derecho, a la presencia de alguna fiscalía, a las decisiones de algún juez, cualquiera que sea, y de algún mínimo de puntos de referencia jurídico". "Pero ahí no hay nada de eso", aseguró. "Una vez que hay un presidente de Estados Unidos que quiere deshacer un entuerto miserable que le dejaron ahí, darle la espalda por consideraciones de esto sería una cobardía, más cuando uno piensa como piensa", reflexionó. Es difícil saber cuánto tiempo permanecerán los seis reclusos en Uruguay, aunque en un principio se barajó la posibilidad de que los prisioneros permanecieran al menos dos años en Uruguay tras su liberación. El presidente del país, José Mujica , aclaró que "se pueden ir al otro día si quieren". Los seis hombres llegan a Uruguay en calidad de refugiados (hay temores de que si vuelven a sus países puedan ser juzgados sin garantías o sufrir abusos) y podrán reunirse con sus familias.