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Latinoamérica

Detenidos el alcalde de Iguala y su esposa

Por Mara PortelaTiempo de lectura2 min
Internacional05-11-2014

José Luis Abarca, alcalde de la localidad de Iguala, y su esposa, María de los Ángeles Pineda, considerados los responsables intelectuales de la desaparición de 43 alumnos de magisterio fueron detenidos durante esta jornada. La pareja se encontraba ocultándose en una casa alquilada del barrio de Iztapalapa, en el Distrito Federal. La captura se llevo a cabo en esta vivienda, descrita como vacía, apenas contaba con una cama y una mesa, según las primeras versiones sin sobresaltos ni necesidad de abrir fuego.

El arresto de este matrimonio supone un alivio para el Gobierno federal, Abarca y su esposa huyeron a los tres días de la desaparición de los estudiantes el pasado 26 de septiembre, su fuga supuso un duro palo para las autoridades pues desde un primer momento se les señaló como responsables de la feroz represión que acabó con la vida de seis personas y terminó con el posterior secuestro de otras 43 la noche del 26 de septiembre. La huida de la pareja había debilitado en sobremanera la credibilidad de las autoridades, que no daban con su paradero ni con el de los jóvenes desaparecidos, dando lugar a serias dudas acerca de su eficacia. En estos momentos, y tras la captura del matrimonio, el siguiente y más importante paso es la localización de los desaparecidos, aunque todo indica a que fueron asesinados tras su entrega por parte de la policía municipal a los sicarios las familias no quieren creer esto, y continúan convencidos de que están vivos. Los investigadores esperan que las declaraciones de Abarca y su mujer arrojen algo de luz a su investigación, pues a falta de pruebas que permitan establecer el paradero de los desaparecidos es la esperanza más palpable. El alcalde de Iguala y su esposa fueron vinculados con el narcotráfico, asimismo, sobre el alcalde caen acusaciones de asesinato contra rivales políticos, entre ellos el ingeniero Arturo Hernández Cardona, que fue torturado y asesinado junto a otros dos compañeros tras un enfrentamiento verbal con Abarca. Un superviviente a este suceso declaró que fue el propio alcalde quien empuñó el arma homicida, disparando dos veces, en la cara y en el pecho, contra Hernández Cardona. El día 26 de septiembre, el alcalde había organizado en el zócalo de Iguala su primer acto de salida electoral, la llegada de los normalistas a la ciudad, descubierta por los halcones del narco, los alarmó. El alcalde y su mujer exigieron a los municipales que los detuvieran. La policía desato su furia y en sucesivos ataques, como si se tratase de un enfrentamiento contra delincuentes y no estudiantes, acabó a tiros con dos estudiantes. Más tarde en la carretera federal mataron a tres personas a balazos al confundirlas con normalistas. Mientras tanto decenas de estudiantes fueron conducidos a la comandancia policial de Iguala, para borrar el rastro los normalistas fueron entregados a agentes de Cocula, que los pusieron en manos de Guerreros Unidos. Es en este punto donde la reconstrucción policial se pierde, el paradero de los estudiantes es un enigma y se espera que la detención de Abarca y su esposa arroje algo de luz para resolverlo.