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BALONCESTO

El Panathinaikos hurga en la herida

Por Roberto J. MadrigalTiempo de lectura1 min
Deportes03-07-2002

La herida en el baloncesto europeo continúa abierta: el vigente campeón de la Euroliga renuncia a participar la próxima temporada. El Panathinaikos entiende que la Euroliga le debe dinero por beneficiarse de su imagen para promover la competición.

La Euroliga de baloncesto de la próxima temporada se ha caldeado antes de empezar. La protesta del Panathinaikos griego, vigente campeón, por su inclusión en el sorteo de los grupos de la primera fase de la competición viene a confirmar que el entendimiento entre la FIBA y la ULEB sigue sin solución después de dos años. El conjunto griego reclama una deuda de tres millones de dólares a la Euroliga, como contraprestación a la participación del Panathinaikos en la competición. Para ello, incluso, está dispuesto a recurrir al Tribunal Arbitral del Deporte (TAS) de Lausana (en Suiza). Sin embargo, el director general de la ULEB, Jordi Bertomeu, explica dicho incumplimiento económico con arreglo "a que el plan de negocios en el que se basaba el criterio de distribución de ganancias entre los clubes de las distintas Ligas asociadas ha sido un auténtico fracaso en Grecia. Las expectativas que teníamos en aquel país sólo se han cubierto en un 20%, por lo que no es un problema del Panathinaikos, sino de todos los clubes helenos. Lo que ocurre es que el resto ha entendido la situación y está buscando soluciones". Bertomeu recordó también que el Panathinaikos tiene un contrato en vigor con la Euroliga hasta el 30 de junio de 2003, y que de incumplirlo perdería el aval bancario de un millón de dólares que presentó para poder participar en esta competición. El nombramiento del griego Giorgios Vasilakopoulos como secretario general de la FIBA, en sustitución del yugoslavo Borislav Stankovic, ha añadido tensión a un conflicto que empezaba a solucionarse. Así, la propuesta de la FIBA para crear una competición con grandes clubes europeos y ofrecer cantidades de dinero más suculentas de las que ofrece la Euroliga puede desestabilizar a esta última.