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ESTADOS UNIDOS

El miedo ensombrece las celebraciones del Día de la Independencia

Por Ángela González RodríguezTiempo de lectura2 min
Internacional04-07-2002

El pasado jueves, Día de la Independencia de EE.UU., tuvo lugar un accidente aéreo en San Dimas, en las afueras de la ciudad de Los Ángeles. La colisión de una pequeña avioneta tipo Cessna en un parque causó la muerte de cuatro personas.

Según ha informado el capitán Mark Savage del Departamento de Bomberos del condado de Los Ángeles, las dos personas que viajaban a bordo del Cessna 310 fallecieron en el siniestro así como una niña de 12 años y un bebé de 15 meses. El piloto del aeroplano, de 44 años, falleció en el hospital horas después del accidente mientras que la otra persona que volaba falleció en el acto. La niña, que se encontraba en el parque con sus padres y amigos, y el bebé fallecieron también en el hospital. Además, otras 12 personas resultaron heridas, dos de ellas de gravedad. Se ha descartado toda posibilidad de que el siniestro fuera un acto terrorista ya que según ha confirmado una portavoz de la Administración Federal de la Aviación (FAA), Laura Brown, la torre de control del aeropuerto de Pomona Bracket, de donde partió la avioneta, recibió una llamada de urgencia del piloto, que indicó que el avión no conseguía ascender. Pocos minutos después, la avioneta se estrellaba contra la multitud que se encontraba reunida en el parque. Paradójicamente, el accidente tuvo lugar prácticamente a la misma hora que el tiroteo en el aeropuerto de Los Ángeles en el que murieron tres personas, entre ellas el asaltante. Dicho tiroteo fue perpetrado en la Terminal Bradley del aeropuerto Internacional por el egipcio Heshman Mohamed Hadayet, que se dirigió al mostrador de la compañía israelí El Al y comenzó a disparar. El asaltante no era ciudadano estadounidense aunque poseía la denominada "tarjeta verde", que le permitía trabajar en Estados Unidos, país en el que lleva desde 1992. Hadayet, que trabajaba como conductor de limusinas, estaba armado con una pistola de calibre 45, que utilizó en los disparos, y con otra de nueve milímetros, así como con un cuchillo. En el tiroteo perdieron la vida una trabajadora de 20 años de nacionalidad israelí y un importador de diamantes de 46 años, también israelí aunque residente en Los Ángeles. Otras cuatro personas resultaron heridas en el incidente, entre ellas el guardia de seguridad de la compañía, que recibió una cuchillada en la espalda. Por el momento, las autoridades parecen defender la hipótesis de que se trata de un incidente aislado y no un acto terrorista relacionado con lo ocurrido el pasado 11 de septiembre. "No hay ningún indicio de ninguna conexión terrorista en esta cuestión hasta ahora, pero no podemos descartar esta hipótesis hasta que no tengamos más datos", declaró Matt McLaughlin, portavoz del FBI. No obstante, el hecho de que la esposa y los hijos del agresor hubieran regresado a Egipto días antes del tiroteo ha levantado las sospechas del FBI y de la CIA.