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CATALUÑA

El desalojo de Can Vies prende la indignación en Barcelona

Por Sergio CastillaTiempo de lectura4 min
España29-05-2014

El desalojo de Can Vies, un centro social histórico de la ciudad con 17 años de 'okupación' a sus espaldas, se ha convertido en la chispa que ha prendido el fuego en Barcelona durante los últimos días. Los hechos empezaron a tener lugar el pasado lunes, después de que los Mossos d'Esquadra lograran desalojar del edificio a 12 personas que se resistían a abandonarlo. Tras comenzar el derribo del inmueble, fue convocada a una manifestación en el barrio a las 20 horas que dio lugar a los primeros disturbios que se han vivido desde entonces.

La protesta no sólo se ha prolongado durante las dos últimas noches, sino que ha corrido como la pólvora por Cataluña. El martes, los manifestantes reunidos en el barrio barcelonés de Sants se cifraban en torno a 700. El miércoles, eran ya más de 1.000 personas las que se aglomeraban en el mismo lugar tras participar en concentraciones desde unos 50 puntos en toda Cataluña. En otros puntos de Valencia y Palma de Mallorca también se han solidarizado con la protesta. El resultado ha sido tres noches de disturbios, con la consecuente práctica de barricadas, destrozo del mobiliario urbano, apedreamiento de sucursales bancarias y de la sede de Convergència, y lanzamiento de objetos contra Mossos y periodistas. Incluso, prendieron fuego a la máquina excavadora que comenzó el derribo de la vivienda 'okupa'. Los manifestantes han proclamado consignas como consignas como "Sants será el nuevo Gamonal" o "quien siembra odio, recoge rabia". La última noche, han sido 30 los detenidos que se han sumado a los ocho de los días anteriores de protesta. Como demuestran los hechos, Can Vies no era un edificio municipal 'okupado' cualquiera. Se trataba de un lugar simbólico dentro de los movimientos alternativos de la ciudad, producto de sus 17 años de historia. El centro se situaba en el corazón de Sants, uno de los barrios de Barcelona con mayor tejido asociativo. Se trata de una cuestión que va más allá; la Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona (FAVB) emitió este miércoles un comunicado con el que establece un paralelismo entre "el mapa de las manifestaciones por Can Vies con "la geografía de las desigualdades y las injusticias que están rompiendo Barcelona" y habla de un "profundo malestar social". La delicada situación ha hecho actuar al Ayuntamiento de Barcelona, que ha decidido reunirse con miembros del Centro Social de Sants y con el presidente de la FAVB, Lluís Rabell, para encontrar una salida que ponga fin a las protestas y a los disturbios. La preocupación municipal ante el crecimiento de las protestas es absoluta, lo que les ha decidido a concertar esta reunión que podría ser el primer paso hacia un acuerdo. Las dificultades para gestionar el problema se vieron agravadas con la reciente dimisión del director de los Mossos, Manuel Prat, por "razones personales". Prat estaba muy cuestionado por actuaciones del cuerpo como el lanzamiento de pelotas de goma que hizo perder la visión de un ojo a la manifestante Ester Quintana. Sobre la relación entre la dimisión y los hechos en Sants, donde se ha acusado una vez más a los Mossos de actuar con brutalidad, ha salido al cruce el consejero de Interior, Ramón Espadaler, quien tachó de "indigno" que se criticara a Prat por esa razón, ya que éste pudo "haberse ido antes pero prefirió dirigir el desalojo". Durante los últimos días, Espadaler, uno de los principales señalados a raíz de las protestas, también ha hecho declaraciones sobre lo ocurrido en Sants. Cree que existe un "problema grave" si quien tiene que justificarse tras los incidentes es la policía. Sin embargo, el más criticado por lo sucedido ha sido el alcalde de Barcelona, Xavier Trias, quien avisó el miércoles de que no aceptará el "chantaje" planteado por los colectivos antisistema. El presidente catalán, Artur Mas, ha condenado este jueves los incidentes, al mismo tiempo que ha destacado que la característica principal de Cataluña es su "gran espíritu pacífico". Sobre este mismo asunto, la líder del PPC, Alicia Sánchez-Camacho, ha propuesto hoy al resto de grupos del Parlament una declaración institucional para manifestar la "condena solemne de la violencia". Por su parte, el diputado del PSC, Ferran Pedret, ha asegurado que la capacidad de Espadaler y Trias para afrontar "situaciones complejas" como la de Can Vies está "de nuevo en entredicho". Según ha revelado el portavoz de la Plataforma de Apoyo a Can Vies, Ferran Aguiló, el concejal del distrito, Jordi Martí, ha rechazado todas las propuestas presentadas por el colectivo, por lo que han llegado "a esta situación a consecuencia de un mal proceso de aproximación y de negociación". Según el portavoz, el colectivo propuso soluciones como un proyecto visado por arquitectos de insonorización del espacio y un plan de comunicación y relación con los vecinos más próximos, propuesta a la que el Ayuntamiento "se negó a responder ni dio respuestas técnicas de mejora y nada por escrito".