PARTIDOS
La elección de candidatos pone "nervioso" al PP
Por La Semana2 min
España27-07-2002
La unidad siempre ha sido una de las características principales del Partido Popular. Pero, a menos de un año para las elecciones autonómicas y municipales y a apenas año y medio de elegir al sucesor de Aznar, han comenzado las disputas internas entre los dos sectores con más fuerza en el PP. El secretario general, Javier Arenas, y su antecesor, Francisco Álvarez-Cascos, han reabierto viejas heridas entre la vieja guardia del partido y los demócratacristianos, procedentes de la UCD.
La excusa han sido las encuestas. La dirección nacional está analizando varios estudios sociológicos para ver sus opciones en los próximos comicios y elegir al mejor de los candidatos en casa caso. El ministro de Fomento, Francisco Álvarez-Cascos, cree que el actual secretario general está dando más importancia de la debida a estos datos y le ha advertido en público de que sería "un error muy grande" optar por una persona en función de su imagen. Una encuesta encargada por los empresarios de Asturias augura un triunfo seguro para el PP en esta Comunidad en las autonómicas del 2003 si Álvarez-Cascos es el candidato, y el ministro teme que la dirección nacional del partido le obligue a afrontar el reto contra su voluntad. Aunque en Génova 13 aseguran que el candidato será Ovidido Sánchez. Sin embargo, también hay otra encuesta. El PP de Madrid cuenta con un sondeo en el que Rodrigo Rato aparece como el segundo líder nacional del PP más valorado, sólo superado por José María Aznar. El ministro de Economía sería, por lo tanto, un excelente candidato como alcalde de la capital, aunque eso supondría perder todas las opciones como sucesor del presidente del Gobierno. Arenas y Álvarez-Cascos han cruzado varias declaraciones en los últimos días que ponen de manifiesto los "nervios" que existen en el PP ante el próximo reto electoral, como han reconocido a La Semana fuentes de la dirección nacional. Pero las diferencias, poco habituales en el PP, esconden en realidad un enfrentamiento oculto en el partido entre los distintos sectores del partido. Los liberales y los más veteranos observan como los demócratacristianos están adquiriendo cada vez más poder, con Jaime Mayor Oreja como posible sucesor de Aznar y Javier Arenas como número dos de los populares. La unidad ha dejado paso a una lucha por mantener el control del partido.