Esta web contiene cookies. Al navegar acepta su uso conforme a la legislación vigente Más Información
Sorry, your browser does not support inline SVG

JUSTICIA

Estados Unidos libra de la pena de muerte a 168 discapacitados psíquicos

Por La Semana - Aarón AbadTiempo de lectura1 min
Sociedad26-06-2002

La justicia de Estados Unidos ha dado la razón a los debates que se levantan periódicamente ante los distintos casos de condenas presuntamente injustas que suceden en este país. Uno de los más recientes capítulos lo ha protagonizado el Tribunal Supremo estadounidense, que ha vuelto a revalorizar el papel de los jurados frente a las decisiones de los jueces para sentencias de pena de muerte.

En la Constitución de los Estados Unidos se establece el derecho que tienen todos los norteamericanos a ser juzgados por iguales, por un jurado libre e imparcial. Esto se recoge en la Sección 2 del Artículo III y en las VI y VII Enmiendas. Según esta interpretación, han sido vulnerados los derechos de al menos 168 ciudadanos que fueron sentenciados a la pena capital por uno o varios jueces. Como consecuencia, los 168 presos de cinco estados (Arizona, Nebraska, Colorado, Idaho y Montana), que esperan a ser ejecutados y que fueron condenados por uno o varios jueces, se beneficiarán de esta medida. Este paso de la justicia de EE.UU. se ha dado teniendo en cuenta las circunstancias de sus crímenes, si hubo ensañamiento con la víctima, si el delito fue premeditado y si el ejecutor no sintió compasión. Otra medida que a los ojos de la opinión pública puede hacer más justa la justicia ha tenido lugar apenas varios días antes. En esta ocasión las beneficiarias han sido aquellas personas condenadas con grado de discapacidad psíquica. El motivo de esta revisión de los casos afectados según este baremo ha sido que el coeficiente intelectual no permite a estas personas conocer las razones de su ejecución. Según el Tribunal Supremo, unas ochocientas personas podrían salvarse de la pena capital. En Estados Unidos se permite la pena de muerte en los cinco estados mencionados, y se permite que los jurados sean quienes decidan si el acusado es culpable. No obstante, los jueces tienen la última palabra en algunos de los casos. La siguiente decisión que tome el Supremo de EE.UU. para ablandar las decisiones de la debatida justicia podría ser la de aceptar nuevas pruebas después del juicio.