MUNDIAL DE COREA Y JAPÓN
Un Mundial exótico y sorprendente
Por Roberto J. Madrigal
1 min
Deportes30-06-2002
La designación de Corea del Sur y Japón como sedes de la Copa Mundial de la FIFA fue el preludio de un Mundial diferente, tanto por los horarios como por las sorpresas y fiascos de muchos favoritos. El cuadro de honor del Mundial es revelador: dos eternos favoritos, Brasil y Alemania, y dos sorpresas con un tinte asiático, Turquía y Corea.
El espectáculo del buen fútbol y la excelente organización de Corea y Japón han conseguido salvar con nota un Mundial que se presentaba con demasiadas incógnitas y una seguridad sin precedentes, por temor a atentados. La hospitalidad a los equipos participantes, la ausencia de incidentes y sobre todo, los patinazos de los dos máximos favoritos al título, Francia y Argentina, hicieron que el fútbol se convirtiese rápidamente en protagonista. La buena impresión de selecciones como Costa Rica, México, Japón, Estados Unidos y España en la primera fase, no obstante, dejó paso al oficio y al peso histórico de Brasil y Alemania, dos de las selecciones más criticadas en la fase de clasificación. Ahora bien, Turquía, que no participaba en el Mundial desde que lo hizo en el de Alemania de 1954, y Corea, que nunca había logrado una victoria en la fase final de la Copa del Mundo: el holandés Guus Hiddink logró que la fiebre del fútbol cuajase en un país de nula tradición, que se echó en masa a la calle para festejar los triunfos de su selección. Sin embargo, el Mundial también deja sombras. La más importante, un debate: si para promover el fútbol en países exóticos es necesario trastocar los horarios y sufrir la discreción arbitral a favor de los anfitriones. La segunda, la duda que planea sobre la designación arbitral: la FIFA apostó por contentar a las Federaciones que apoyaron al presidente, Joseph Blatter, después de su escándalo por malversación de fondos, en lugar de designar a los mejores árbitros. El resultado fue patente en los partidos decisivos: Italia y España clamaron justicia por los favores y los goles anulados contra Corea por colegiados de países de nula tradición, como Kuwait y Trinidad y Tobago.