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La Iglesia muestra sus múltiples caras ante la Ley de Partidos

Por Mª Jesús TorresTiempo de lectura2 min
España01-06-2002

Los obispos de Bilbao, San Sebastián y Vitoria sentían que la "crudeza y obscuridad del momento" hacían necesario un pronunciamiento de la Iglesia respecto de la situación en el País Vasco y la lucha antiterrorista. Esa "palabra pública" se concretó el pasado miércoles en una carta pastoral llamada Preparar la Paz, en la que abogan por alcanzar la paz a través del diálogo y dudan de la conveniencia de la Ley de Partidos Políticos. Los obispos mostraron su preocupación por las posibles consecuencias de la ley, del todo negativas en su opinión.

La misiva pastoral insiste en la falta de comunicación entre las partes en conflicto y apuesta por el diálogo. La Iglesia comparte "el sufrimiento" de la sociedad. Por ese motivo, pide a ETA que claudique. Sin embargo, "la durísima violencia de ETA no ofrece visos razonables de cancelarse próximamente". Los obispos destacan el papel del Gobierno, de los políticos y de determinados medios de comunicación. En su opinión, algunas decisiones que adoptan estos actores "favorecen más la radicalización que la concertación". La solución es "optar por la paz", sin ponerla "al servicio de otros intereses", sin retrasarla "en aras de unos objetivos electorales inmediatos", cediendo unos y otros para conseguir "nuestro proyecto compartido". Como parecía razonable, el texto no pasó desapercibido. El PP lo calificó de "verdadero escándalo" y el PSOE hizo público un comunicado en el que mostraba "el estupor que le produce que a los mencionados obispos les resulte irrelevante cuáles sean la relaciones entre Batasuna y ETA". La Conferencia Episcopal se desmarcó de la pastoral de los obispos vascos, asegurando que la carta estaba "bajo su exclusiva responsabilidad". La nota hecha pública por la Conferencia Episcopal añadía que ninguno de los órganos de la institución había estimado necesario pronunciarse sobre la Ley de Partidos. Sin embargo, eso no es lo que pensaban los 358 sacerdotes vascos que el pasado viernes suscribieron una carta en respuesta a los ataques que han recibido los obispos del País Vasco por su carta pastoral. En el texto, enviado a la Conferencia Episcopal, a los Obispados vascos y al Vaticano, dicen que hay que respetar "el derecho a la pluralidad". Sólo "la decisión libre y democrática de sus miembros" tiene legitimidad para determinar "el destino y configuración de Euskal Herria como nación”. "Lo antidemocrático es entorpecer o negar el ejercicio de ese derecho fundamental de autodeterminación que reclaman la mayoría". El ministro de Asuntos Exteriores, Josep Piqué, calificó de "inmoral" está última carta y comunicó que ha convocado al nuncio del Papa "para transmitirle el malestar y el disgusto del Gobierno por la declaración de los obispos vascos". Asimismo, le solicitó que analizara la conveniencia de que hubiera un pronunciamiento claro por parte del Vaticano.