ALIMENTACIÓN
El consumo abundante de carnes procesadas perjudica a la salud
Por Irene Flores Ruiz
2 min
Sociedad07-03-2013
El consumo abundante de alimentos como el salami, las salchichas, el jamón, el beicon y otras carnes procesadas como las hamburguesas, albóndigas o lasañas precocinadas, por ejemplo, incrementa el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares o cáncer, según un estudio publicado en la revista científica BMC Medicine
Esta revista científica ha publicado los resultados de una muestra de medio millón de individuos cuya dieta se ha evaluado durante varios años. El estudio denominado EPIC (siglas traducidas del inglés que corresponden a Investigación Europea Prospectiva sobre Cáncer y Nutrición) se inició en los años noventa en 23 centros de 10 países europeos y permite obtener datos interesantes sobre el papel que juega la dieta en la salud de las personas. Como resultados del estudio, los investigadores han concluido que las personas que consumen abundantemente carnes procesadas tienen mayor riesgo de padecer cáncer y problemas de corazón aunque el estudio no reveló el mismo riesgo de consumir carne roja de ternera. En relación con la carne roja, el doctor Carlos A. González, coordinador de la rama española del EPIC, ha asegurado que esto se debe a que el estudio se refiere al cáncer en general y ha subrayado que "la relación de la carne roja con tumores de colon, estómago o esófago está bien demostrada". En cifras, los investigadores han señalado que si se lograse reducir en sólo 20 gramos de consumo diario de estas carnes procesadas, se podría evitar un 3 por ciento de la mortalidad europea. Asimismo, el estudio reveló que el consumo elevado de este tipo de carnes aumenta en un 72 por ciento el riesgo de fallecer de una enfermedad coronaria y en un 11 por ciento de morir de un cáncer. El riesgo de perjudicar a la salud observado por el EPIC estaría en que estos alimentos preparados tienen más niveles de ácidos grasos y colesterol que la carne natural. Además, estos alimentos contienen altos niveles de sal que son añadidos para incrementar la durabilidad de producto y pueden tener substancias como las nitrosaminas que son añadidas para impedir la contaminación de la carne. Los resultados de esta investigación se publican cuando la polémica por la retirada de productos que contenían carne de caballo y estaban etiquetados como carne de vacuno no se ha zanjado aún. El Comité de Nutrición de la Asociación Española de Pediatría (AEP) ha afirmado que el consumo de carne de caballo no entraña riesgos para la población infantil ya que contiene altas dosis de proteínas, hierro y zinc además de su reducido aporte de grasa y colesterol si se compara con las carnes de vacuno o de cerdo. En la misma línea, AVACU (la Asociación Valenciana de Consumidores y Usuarios) ha subrayado que no existe riesgo alguno para la salud y ha solicitado una investigación “profunda, seria y de ámbito europeo", para demostrar si la Unión Europea permite identificar a los proveedores de carne de caballo de los productos que han sido retirados.