LATINOAMÉRICA
El futuro de Venezuela pendiente de un nuevo líder o el cambio
El cáncer ha acabado con la vida del que fuera presidente de Venezuela durante catorce años y con su muerte ha dejado huérfanos a los venezolanos. La situación ahora es una incertidumbre ya que según la Constitución, el puesto que queda vacío debe
Por Sandra de la Fuente
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Internacional07-03-2013
El cáncer ha acabado con la vida del que fuera presidente de Venezuela durante catorce años y con su muerte ha dejado huérfanos a los venezolanos. La situación ahora es una incertidumbre ya que según la Constitución, el puesto que queda vacío debe ser cubierto por Diosdado Cabello, sin embargo, Hugo Chávez se encargó de nombrar a Nicolás Maduro como el hombre que debía guiar al país en su ausencia.
El país se encuentra a expensas de que se convoquen nuevas elecciones y ver si Maduro sería el candidato idóneo que continuaría con el modelo socialista. Al margen de la vía de la legalidad, el vicepresidente va a intentar por todos los medios que se cumpla la designación del recién fallecido Chávez, que quiso que él mismo continuara su obra. En enero, Chávez no pudo acudir a su juramento y eso ha complicado aún más la situación. La Constitución establece que cuando un presidente no acude al juramento de su mandato, el mando lo asume el jefe de la Asamblea Nacional aunque, por otro lado, dice que si la ausencia del presidente se produce en los primeros años, dicha ausencia puede ser suplica por el vicepresidente. No obstante, desde que se cumplió el plazo para que el presidente reelecto hubiera acudido a hacer efectivo su nombramiento, se han estado dando rodeos a la legislación, concediéndole una prórroga indefinida que le permitía volver a ser el máximo mandatario de Venezuela desde el hospital, aunque con su hombre de confianza al mando. En todo este recorrido es de especial importancia nombrar las relaciones que tienen Cuba y Venezuela ya que los hermanos Castro pretenden hacer todo lo posible porque su sucesor sea una persona que continúe con el chavismo implantado hasta el momento, prosiguiendo, de esta manera, con la trayectoria de años atrás. A la muerte del líder que ha dado lugar a su propio movimiento y que ha conseguido que sobrepasara las fronteras, queda por comprobar si erigir a otro rostro como líder, será lo suficientemente sólido como para dirigir la continuación.