CHINA
China celebra la Asamblea Nacional Popular
Por Irene Flores Ruiz
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Internacional05-03-2013
Ha comenzado la duodécima sesión anual del Congreso Nacional del Pueblo (CNP) de China en la que se espera que sus miembros renueven la cúpula dirigente del Partido Comunista de China (PCCh). Después de ser nombrado secretario general del Partido Comunista en el Congreso que se celebró en el pasado mes de noviembre de 2012, Xi Jinping relevará al presidente de China, Hu Jintao. Asimismo, Wen Jiabao será sustituido en la jefatura del Gobierno por Li Keqiang.
"Bajo el liderazgo del camarada Xi Jinping, como secretario general del Comité Central del PCCh, debemos permanecer unidos, trabajando duro para culminar la construcción de una sociedad moderadamente próspera en todos los aspectos y alcanzar la gran regeneración de la nación china", ha afirmado Wen Jiabao. Celebrada en el Gran Palacio del Pueblo, se nombrarán, también, otros altos cargos como los presidentes de la Asamblea Popular Nacional y de la Conferencia Consultiva Política, el presidente del Tribunal Supremo y el fiscal general del Estado, entre otros. La Asamblea que cuenta con alrededor de 3.000 diputados que pertenecen, la mayoría, al Partido Comunista, se celebra sólo una vez al año. Además, se espera que la renovación de candidatos en el poder se ratifique sin sorpresa alguna debido a que todos los cargos han sido acordados previamente por los dirigentes comunistas. Se trata de un Parlamento orgánico de un régimen autoritario como es el chino que limita la presidencia de la República Popular de China a dos mandatos de cinco años cada uno. Los nuevos dirigentes, a pesar que heredan un país fuerte en lo que se refiere a la economía y a la política exterior, tendrán que hacer frente a las tensiones internas que azotan al país y a otros desafíos que les obligará a abogar por las reformas si quieren que se garantice la continuidad del gobierno del Partido Comunista. Sin estas reformas, se prevé que la economía china no tenga un crecimiento de 10 por ciento sino de la mitad. Además, el producto interior bruto (PIB) chino creció un 7,8 por ciento en 2012, es decir, a un ritmo más lento que en los últimos 13 años. Como en otros años, se volverán a tratar problemas como la corrupción, la falta de libertades, la abolición o reforma de los campos de reeducación mediante el trabajo, las desigualdades sociales, el crecimiento económico así como los problemas medioambientales debido a que, Pekín y su zona industrializada están recubiertos por una niebla espesa. En la línea con los objetivos marcados, Xi Jinping aboga por el desarrollo económico impulsado por la innovación científica y tecnológica para garantizar la hegemonía de la economía china durante las próximas décadas, según ha anunciado en la reunión de la Conferencia Consultiva del PCCh.