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ORIENTE PRÓXIMO

La ausencia de Arafat estuvo a punto de arruinar la Cumbre de Beirut

Por Pablo FernándezTiempo de lectura1 min
Internacional30-03-2002

La Cumbre de Beirut estuvo marcada por la ausencia de su principal protagonista, el líder palestino Yasir Arafat. Su delegación en Líbano quiso garantizar su participación en la reunión conectando en directo con él desde su encierro en Ramala. Sin embargo, la oposición del país anfitrión forzó el abandono momentáneo de la representación palestina.

La reunión de la Liga Árabe en Beirut (Líbano) de la semana pasada a punto estuvo de engordar la ya larga lista de conversaciones estériles sobre Oriente Próximo. La no emisión de un vídeo del líder palestino, Yasir Arafat, -que no pudo acudir- durante la reunión provocó el abandono de su delegación. Al final todo quedó en un gesto de presión, pero la salida de los palestinos durante la reunión inaugural de la Cumbre de Beirut, el pasado miércoles, mantuvo pendiente de un hilo todas las conversaciones de la Liga Árabe. El máximo mandatario de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Yasir Arafat, no pudo acudir a Beirut ya que el Ejército israelí lo mantenía confinado en su residencia oficial de Ramala. Los intentos negociadores de los días previos con Israel y Anthony Zinni, el representante estadounidense en la zona, no dieron resultado y finalmente los atentados integristas impidieron la salida de Arafat. Antes de la apertura oficial de la Cumbre se preveía un gesto de protesta por parte de la delegación palestina. Sin embargo, la presencia de su líder estaba garantizada mediante una intervención por videoconferencia del propio Arafat durante la reunión. En la primera sesión de encuentros, la delegación libanesa, anfitriona, se negó a conectar en directo con Arafat, lo que provocó la salida inmediata de los enviados palestinos. Poco después, también se marchó el jefe de la representación de Emiratos Árabes Unidos. La situación era muy crítica y pocos esperaban una solución. Sin embargo, la mediación del primer ministro libanés, Rafik Hariri, hizo que los representantes palestinos volvieran a las negociaciones y se consiguiera emitir una declaración consensuada.