ORIENTE PRÓXIMO
Los países de la Liga Árabe aceptan el plan de paz saudí
Por David Hurtado2 min
Internacional28-03-2002
La Cumbre de la Liga Árabe, celebrada en Beirut (Líbano) la pasada semana, terminó con dos conclusiones. Por un lado, el apoyo al proyecto del príncipe saudí para lograr la paz en Oriente Próximo; por otro, la reconciliación entre Irak y Kuwait tras su ruptura de relaciones a consecuencia de la Guerra del Golfo Pérsico.
Muchas eran las expectativas depositadas en la Cumbre de Beirut, aunque finalmente todo quedó bastante diluido debido a los incidentes con la delegación palestina y a la gran cantidad de ausencias que se registraron. El objetivo principal, la presentación, discusión y aceptación del plan de paz para Oriente Próximo propuesto por Abdulá Ben Abdelaziz, príncipe de Arabia Saudí, se cumplió, aunque no dejó un aire de unión clara y apoyo total a Palestina. Principalmente por la falta de algunos de los dirigentes, unos por causas desconocidas y otros por su sabida oposición al plan saudí, como fue el caso de Sadam Husein y Muamar Gadafi, jefes de Estado de Irak y Libia, respectivamente. Además, no acudieron a la cita el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Yasir Arafat, el presidente egipcio, Hosni Mubarak, ni el rey de Jordania, Abdalá II. En total, sólo asistieron 10 jefes de Estado de los 22 países representados en la Cumbre, lo cual da una muestra de la falta de unión entre los países árabes. El plan saudí, finalmente aceptado de forma unánime pese a las propuestas rupturistas con Israel de países como Siria y Líbano, tiene como punto principal el reconocimiento de los países árabes del Estado israelí a cambio de que éste se retire de los territorios ocupados tras la Guerra de los Seis Días de 1967. También plantea la instauración de un Estado palestino con capital en Jerusalén y la vuelta de los refugiados, un punto que no ha quedado demasiado claro. Desde Israel ya se ha confirmado el rechazo a este plan al considerar que ése no puede ser un "punto de partida" para las negociaciones. El otro asunto acordado tras la reunión es la reconciliación entre Irak y Kuwait. Sus relaciones se rompieron en 1990 tras la ocupación iraquí de Kuwait y que dio pie al estallido de la Segunda Guerra del Golfo. Ahora, Irak renuncia a cualquier pretensión de soberanía sobre el Emirato y se inicia así una nueva etapa en la diplomacia de ambos países. A la Cumbre asistió José María Aznar en calidad de presidente de turno de la Unión Europea (UE) -fue la primera vez en que un líder europeo acudía-, así como el secretario general de la ONU, Kofi Annan, y el alto representante de la Política Exterior y Seguridad Común de la UE, Javier Solana.