INTERFACES

La tecnología vela por las miradas entre usuarios y máquinas

Por La Semana2 min

Comunicación26-03-2002

La tortuosa relación hombre-ordenador es el campo de investigación estrella de los últimos años. Los sistemas de interacción, hasta ahora basados en el tacto -teclado, ratón, lápiz digital...-, se hacen más humanos y velan por hacer gozoso el intercambio de miradas entre usuario y máquina.

Las pantallas de cristal líquido (LCD) proporcionan una mayor flexibilidad y confort al usuario y reducen la fatiga ocular provocada por los monitores de rayos catódicos (CRT). La formación de la imagen mediante un monitor de LCD hace que el ojo enfoque de forma más rápida, fácil y exacta la imagen. Al ser monitores planos, pueden separarse más de la vista del usuario y colocarse en ángulos más indicados para facilitar la lectura de las imágenes. Estos datos se desprenden de un estudio de Hitachi y JPA. Hitachi, por cierto, presentó el pasado mes de enero su nueva gama de monitores de LCD. JPA (Jon Peddie Associates) es la empresa líder mundial de investigación comercial en áreas de nuevos medios y tecnología, firma con bastante credibilidad. Si la mirada del usuario a la máquina se hace más gozosa -o menos dolorosa-, la ceguera de la máquina respecto a su dueño y señor quizá llegue a verse como primitivismo en las relaciones del pasado. Una nueva tecnología de luz infrarroja desarrollada por la start-up Canesta promete dar a los ordenadores visión en 3D. Un ordenador con un chip incorporado podría emitir luz infrarroja -invisible para el ojo humano- que rebotaría en los objetos y regresaría. Según el tiempo que tarda la luz en regresar se obtienen las distancias de los objetos. Un software grabaría la información permitiendo que las máquinas perciban las formas, distancias y movimientos e interactúen con su entorno. Algunas de sus aplicaciones parecen interesar al mundo del automóvil y de las PDA. El chip original de esta empresa espera a ser comercializado a finales del 2002. El entendimiento y acercamiento entre las miradas de usuario y ordenador pretende reforzar la relación profesional o personal con el ordenador –como agente o secretario- y guardar tiempo para esa insustituible relación, también entre miradas, que cantaba Bécquer: "¿Qué es poesía? Me preguntas mientras clavas en mi pupila tu pupila azul. ¿Y tú me lo preguntas? Poesía... ¡eres tú!".