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MUNDIAL 2010

Ozil conduce a Alemania a la victoria

Por Pablo FernándezTiempo de lectura3 min
Deportes13-06-2010

Alemania se enfrentó a Australia en el segundo partido del grupo D con el objetivo de instalarse en la primera posición. Ghana había doblegado a Serbia y la selección germana necesitaba el triunfo para aspirar a la primera posición del grupo, que se prevé más difícil de lo esperado. Los teutones lograron su propósito, y con contundencia. De la mano de Mesut Ozil, pasaron por encima de una débil Australia que se limitó a esperar un fallo del rival.

Alemania 4- Australia 0 Con un equipo plagado de jóvenes jugadores, Joaquim Löw planteó su juego basándose en tres pilares, su robusta defensa, Bastian Schweinsteiger y sus goleadores, Lukas Podolski y Miroslav Klose. A esta base le ha añadido jugadores muy jóvenes pero con mucha calidad como Ozil o Thomas Muller. Claro ha quedado que estos jugadores sirven para ganar un Mundial. Alemania fue dueña del partido durante los 90 minutos. Australia planteó el encuentro a la espera del fallo rival. Salió de inició sin un punta claro y Tim Cahil, jugador del Everton, hizo la función de un falso delantero. Esto mostraba las expectativas con las que afrontaba el partido: asegurar la posesión y la lucha en el centro del campo renunciando a la pegada. Le salió muy caro, aunque pudo ser peor para el equipo oceánico. La primera oportunidad fue para ellos. En un saque de esquina la pelota se quedó muerta en el área y Richard García estuvo a punto de marcar, pero el cuero se topó con Philip Lahm, que evitó el gol. Fue un pequeño bache en un partido casi perfecto para Alemania. Los teutones avisaron ya a los siete minutos tras un duro disparo de Klose. Todas las acciones de peligro pasaban por los pies de Ozil. Justo después de esta ocasión vino el primer gol alemán. La conexión entre Ozil y Muller sirvió para que el del Bayern apurase hasta la línea de fondo y pusiera un pase para que Podolski remató viniendo desde atrás. Alemania desplegó un juego muy vistoso y efectivo, no sufrió bajones y siempre buscó la portería rival. García era el jugador más activo de los australianos, y suya fue la segunda oportunidad más clara y la última de la primera mitad. Australia no lograba pasar del área alemana, por lo que todos sus ataques eran disparos lejanos. Así García lanzó un gran derechazo que estuvo cerca de ser gol. Se sucedieron dos grandes ocasiones para Alemania, un centro que se paseó por la portería y un centro envenenado de Muller. Justo después llegó el segundo gol de Alemania. Lahm sacó un gran centro desde la banda derecha y el portero, Mark Schwarzer, falló en la salida aprovechándolo Miroslav Klose para rematar de cabeza el centro medido. Hubo una clara superioridad alemana durante toda la primera mitad. No dejaron espacios ni tiempo a Australia. La defensa no tuvo que esforzarse en exceso para evitar los previsibles ataques rivales. Con los goles de Muller y Ozil, el partido quedaba casi sentenciado a pesar de que solo se llevaban jugados 45 minutos. En la segunda mitad Alemania se limitó a no perder la pelota y esperar a las genialidades de Ozil y la puntería de sus delanteros. Entre las combinaciones eléctricas de Alemania se coló una clara ocasión de Australia. Brett Holman lanzó un buen disparo desde la frontal que se fue muy cerca del palo derecho que defendía Manuel Neuer. Hasta la portería, que era de los supuestos puntos débiles de la selección germana, respondió con garantías. Los oceánicos sufrieron un nuevo varapalo. Cahil fue expulsado por roja directa tras una entrada por bajo a Schweinsteiger. La expulsión fue muy rigurosa y lastró, aún más, el juego de Australia. Cada llegada al área era una oportunidad para Alemania. Todo funcionaba a la perfección. El marcador pudo ser más abultado de no ser por el buen hacer del portero australiano. Pero no pudo evitar el golazo de Muller. El delantero rompió la defensa con un gran amague y batió por bajo a Mark Schwarzer. El cuarto y definitivo gol llegó dos minutos después. Ozil recibió en el área y cedió la pelota a Claudemir Barretto, Cacau, para batir al guardameta. A partir de aquí, Löw reservó a sus jugadores clave para el próximo partido, vital para la clasificación, ya que Australia era el rival al que todos iban a ganar. Goles: Podolski (8'), Klose (26'), Muller(67') y Cacau (70')