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RELIGIÓN

El Papa vuelve a pedir perdón por los últimos escándalos en la Iglesia

Por Alejandro SerranoTiempo de lectura1 min
Sociedad11-06-2010

El Papa ha lamentado el hecho de que "precisamente en este año de alegría" hayan "salido a la luz los pecados de los sacerdotes, sobre todo el abuso a los pequeños". "Era de esperar que al ''enemigo'' no le gustara que el sacerdocio brillara de nuevo; él hubiera preferido verlo desaparecer, para que al fin Dios fuera arrojado del mundo", aseguró.

El Pontífice pidió perdón ante 15.000 sacerdotes de todo el mundo y varias decenas de miles de monjas y seglares, con los que clausuró en la plaza de San Pedro del Vaticano el Año Sacerdotal, durante el que "han salido a luz", según dijo con esas palabras, los escándalos de abusos sexuales a menores por parte de clérigos en numerosos países. Aun con todo, "pedimos perdón insistentemente a Dios y a las personas afectadas, mientras prometemos que queremos hacer todo lo posible para que semejante abuso no vuelva a suceder jamás". Al hilo de estas críticas, el Papa ha respondido que el celibato "puede sorprender en un momento en el que no casarse está de moda", pero ha advertido de que "si el matrimonio -contraído con Dios o entre un hombre y una mujer- desapareciera, desaparecerían también las raíces de nuestra cultura". El visible esfuerzo del Papa, que ha perdido perdón muchas veces y se ha reunido con víctimas en varias ocasiones, apenas se nota todavía en muchas diócesis que siguen escondiendo la basura debajo de la alfombra pensando, erróneamente, que no llegará a descubrirse. "Ser sacerdote no es un trabajo, sino una dedicación y el celibato es el mejor antídoto contra otros escándalos provocados por nuestras carencias como mortales", añadió. Las víctimas siguen sufriendo mientras no se les pida perdón personalmente y se les ofrezca ayuda, como ha indicado muchas veces el Papa. No seguir esas indicaciones fue precisamente la traición de los obispos de Irlanda, que Benedicto XVI denunció en público el pasado 19 de marzo en su carta a los católicos de ese país.