Esta web contiene cookies. Al navegar acepta su uso conforme a la legislación vigente Más Información
Sorry, your browser does not support inline SVG

ARGENTINA

El ‘corralito’ se flexibiliza y los depósitos se pesifican

Por Raquel GonzálezTiempo de lectura2 min
Economía04-02-2002

Las últimas medidas económicas tomadas el Gobierno argentino tienen dos motivos principales: calmar la ira de la población y sobre todo inyectar liquidez en el sistema. De este modo la gente podrá seguir gastando y así no permitir que los motores se atrofien

A partir del miércoles las cuentas bancarias donde se recibe el salario y aquellas que correspondan al pago de indemnizaciones, pensiones y jubilaciones quedarán exentas del corralito. Los ciudadanos podrán disponer del total del efectivo que tengan en ellas. Además, todas las deudas superiores a 100.000 dólares pasarán a cobrarse en pesos, lo cual supondrá un alivio para los deudores en dólares, ya que al acabar con la paridad de uno a uno con el dólar, las cantidades que tenían que pagar habían aumentado considerablemente. Estas dos medidas mejoran algo la situación de los ciudadanos, pero no todas las disposiciones van a ser de buen agrado. Aunque era algo que ya se había anunciado, ahora se ha hecho oficial que todos los depósitos en dólares serán pesificados. El ahorrador que entregó a su banco una moneda fuerte como el dólar, sólo recibirá a cambio pesos. Sus ahorros se habrán devaluado. El cambio se hará a 1,40 pesos por cada dólar. Ese cambio fijo, el de 1,40 pesos por cada dólar, tiene los días contados. Hasta el momento había dos tipos de cambio, uno flotante y otro fijo. Una de las nuevas medidas decreta el final de ese sistema dual y por tanto sólo será oficial el cambio flotante. Con esto es muy previsible que el peso caiga considerablemente en su cotización con respecto al dólar. De hecho, en el país vecino, Uruguay, un peso se cambia a tres dólares. Las nuevas medidas, anunciadas por el ministro de Economía, Remes Lenicov, llegan tras la declaración de la Corte Suprema de que el corralito es anticonstitucional. La respuesta del Gobierno será pasar a la acción e intentar destituir al menos a seis de los nueve jueces que forman la Corte. La petición de acabar con el corralito se vio por el Gobierno de Duhalde totalmente inviable ya que los pesos no están en los bancos porque éstos los prestaron. Si hubiese que devolver todo el dinero a los ciudadanos, el sistema financiero argentino quebraría y no se aseguraría, siquiera, que los ciudadanos pudiesen recuperar su dinero.