TERRORISMO
La investigación apunta al comando que atentó contra un escolta en Bilbao
Por Esteban del Pozo2 min
España19-06-2009
Esta vez fue un coche bomba lo que segó la vida del inspector de policía Eduardo Antonio Puelles en Arrigorriaga, Vizcaya. A pesar de que la última amenaza de ETA ponía el acento en el Gobierno del nuevo lehendakari, no ha sido ninguna persona cercana a éste el que ha pasado a formar la lista negra de víctimas de ETA. Se trataba de un miembro de la Policía Nacional.
Este atentado lleva a poner los ojos en Bilbao. El asesinato del inspector es el tercero que ETA comete en los dos últimos años en un radio de escasos kilómetros, entre el barrio bilbaíno de La Peña y el cercano municipio de Arrigorriaga. La relación entre estos tres crímenes no son sólo debidos a la cercanía geográfica sino que también la forma y el explosivo utilizado son los mismos. Los encargados de llevar la investigación asocian el último atentado con el ocurrido el 9 de octubre de 2007, cuando resultó herido de gravedad el escolta Gabriel Ginés, al estallarle la bomba lapa que ETA había colocado en la parte trasera de su coche. En aquella ocasión, el escolta, estaba cambiando el vehículo de estacionamiento cuando explosionó la bomba, y el coche, un Renault Megane blanco, quedó calcinado. El artefacto que se usó en aquel atentado, estaba compuesto por un kilo de amonal y fue colocado cerca del depósito de gasolina, para que fuese más potente la explosión, y utilizando con un mecanismo de péndulo para que estallase al ponerse el coche en movimiento. Además de a éste, la policía pone las mismos nombres a los causantes del atentado en la Casa del Pueblo del barrio bilbaíno de La Peña el 17 de abril de 2008 y a los del fallido atentado del 16 de septiembre de 2008 en el que un agente del Cuerpo Nacional de Policía resultó ileso debido a un error del sistema de activación por movimiento, después de circular diez kilómetros con una bomba lapa adosada a su coche. Además del uso de la bomba lapa en el coche hay más factores que indican que la relación entre estos atentados es clara. El que el artefacto con el que ETA asesinó a Eduardo Puelles García también estuviera compuesto por entre 1,5 y 2 kilos de explosivo y colocado cerca del depósito de combustible son los mejores ejemplos de que el grupo que organizó y materializó estas acciones son los mismos en estos tres casos.