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PREMIOS GOYA

Pilar López de Ayala, mejor actriz con sólo 23 años

Por Eduardo IglesiasTiempo de lectura5 min
Espectáculos03-02-2002

Amenábar se llevó dos bustos a su casa; José Luis Cuerda y Fernando Bovaira -productores españoles de la cinta-, otro; pero cinco premios más llevaron el triunfo de Los Otros hasta lo más alto. Casi todos los técnicos de la película tuvieron el reconocimiento merecido a su trabajo, encabezados por el director de fotografía, Javier Aguirresarobe, y el montador, Nacho Ruiz Capillas, además de sonido, dirección de producción y dirección artística.

La segunda película más condecorada de la noche, Juana la Loca, de Vicente Aranda, también tuvo premios más allá de la interpretación de Pilar López de Ayala. Los encargados de vestuario y maquillaje y peluquería subieron al escenario para recoger sus goyas a cambio de su difícil trabajo, como suele ser común en un filme de época. Otra de las grandes candidatas a los Goya, Lucía y el sexo, obtuvo dos premios, como ya ocurriera con la anterior película de Julio Medem, Los amantes del círculo polar. Alberto Iglesias repitió como mejor compositor y Paz Vega consiguió el premio a mejor actriz revelación, ya que no pudo conseguir el de mejor actriz. Su director, Julio Medem, mantuvo la sonrisa al perder de nuevo el premio al mejor director, algo de lo que no fue capaz Agustín Díaz Yanes, que con Sin noticias de Dios no ha conseguido ninguna de las 11 estatuillas a las que optaba. La ceremonia tuvo sus pequeños triunfadores con Intacto y El bosque animado. La primera consiguió dos premios que en ningún caso sonaron a sorpresa. Dos debutantes en el cine español, el director Juan Carlos Fresnadillo y el actor argentino Leonardo Sbaraglia, se llevaron un trocito de gloria al ser reconocidos como mejor director novel y mejor actor revelación. Por su parte, El bosque animado fue nombrada la mejor película de animación del año 2001. El largometraje es una producción de Digra Films y Megatrix que sorprendió durante el pasado verano por la calidad de su trabajo, creado íntegramente por ordenador, a pesar de la escasez de medios en España. Igualmente obtuvo el premio a la mejor canción, Tu bosque animado, compuesta e interpretada por Luz Casal y Pablo Guerrero. Más allá de las triunfadoras de la noche, otros títulos consiguieron sus respectivos premios, no por ello menos importantes. Precisamente la mirada de muchos estaba fijada el nuevo galardón que entregaba este año la Academia. De los nueve documentales producidos este año pasado en España el mejor ha sido En construcción, de José Luis Guerín, que ya recibió el Premio Nacional de Cinematografía. Su película sobre la transformación formal y social del barrio chino de Barcelona fue Premio Especial del Jurado en San Sebastián. Los mejores efectos especiales fueron a parar a La mesa del rey Salomón, dirigida por Carlos Saura, y el mejor guión adaptado, para Salvajes. Los galardones a cortometrajes recayeron en Desaliñada, dirigido por el actor Gustavo Salmerón, y Pollo, cinta de animación de Manuel Sirgo. Para completar la lista de vencedores se entregaron los premios a producciones de nacionalidad extranjera. La fuga, un drama argentino dirigido por Eduardo Mignogna, fue el mejor título de habla hispana -además del único estreno en España de los cuatro finalistas-. Amelie no rompió una tónica general de los últimos años en los que el premio a mejor película europea ha coincidido con el que dos meses antes ha entregado la Academia Europea de Cine a la mejor película -que a veces también se lleva el Oscar, como ocurrió con Todo sobre mi madre. El momento con menos sorpresa y más emoción de la noche tuvo a la familia Bardem como protagonista. Pilar y Miguel, hermana e hijo respectivamente, entregaron a Juan Antonio Bardem el Goya de honor como reconocimiento a toda su carrera. El veterano cineasta dio gracias a todos y cada uno de sus familiares, muchos de ellos profesionales del cine, como los antes mencionados y su sobrino Javier, y tuvo incluso tiempo para el humor. Lleno de ironía preguntó si "¿hay algún productor en la sala?", y pidió trabajo presentando como credencial su eficiencia, aunque reconoció que "ya no me queda mucho tiempo". La ceremonia, que se celebró en Madrid, estuvo conducida por Rosa María Sardá -que recibió el Goya a mejor actriz de reparto- en un intento de recuperar la gala ante los fracasos de los dos últimos años. Sardá ironizó sobre temas de actualidad -lo que no provocó muchas sonrisas de la ministra Pilar del Castillo- y sobre su propia edad y estuvo acompañada por numerosos actores encargados de leer los ganadores. La entrega de premios combinó la gran ilusión del cine con cierta amargura por la situación internacional. El actor de En construcción, Abdel Aziz El Mountassir, recibió un largo y caluroso aplauso después de pedir por el final de la opresión al pueblo palestino. Todos los actores y técnicos argentinos tuvieron palabras de ánimo y de cariño para los suyos, y se lamentaron por la situación de Argentina, el país con el que el intercambio profesional y cinematográfico es mayor.