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ANÁLISIS DE INTERNACIONAL

La Justicia internacional, lenta pero eficiente

Fotografía
Por Isaac Á. CalvoTiempo de lectura1 min
Internacional22-02-2009

La Justicia internacional demostró la semana pasada que sigue caminando. Lo hace lentamente pero de forma eficiente. Sería bueno impulsar los mecanismos para dotarla de mayor agilidad pero dada la complejidad de los procesos que aborda, el carácter multinacional y las dificultades que todavía algunos le ponen, es un éxito que funcione aunque sea poco a poco. Uno de los últimos procesos puestos en marcha afecta a cinco responsables (cuatro de ellos superan los 75 años de edad) del genocidio cometido por los Jemeres Rojos en Camboya. Se estima que más de 1,5 millones de camboyanos fueron torturados y asesinados a finales de la década de 1970. Uno de los acusados, Kaing Guek Eav, alias Duch, ha reconocido estar al frente de una prisión en la que más de 14.000 personas perdieron la vida. Duch ha pedido perdón a las víctimas y a sus familias, pero ha coincidido con el resto de los acusados en que todos son víctimas del régimen maoísta instaurado por Pol Pot. Según ellos, se limitaban a obedecer las órdenes de los superiores porque si no lo hacían serían asesinados. Ahora, es tiempo de hacer justicia a las víctimas reales de los Jemeres Rojos, casi todas fueron asesinadas y muchos de los supervivientes han muerto por el paso del tiempo. El proceso se ha iniciado, será largo, habrá testimonios escalofriantes y los jueces tendrán que determinar si los acusados son culpables o no. Sea el veredicto que sea, al menos, los acusados tienen que rendir cuentas de sus actos ante un tribunal.