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CAMBOYA

Los responsables del genocidio de Camboya se enfrentan a la Justicia

Fotografía
Por LaSemana.esTiempo de lectura2 min
Internacional22-02-2009

El tribunal internacional impulsado por Naciones Unidas para juzgar el genocidio cometido por los Jemeres Rojos en Camboya comenzó la semana pasada el proceso contra los cinco detenidos. A éstos se les acusa de haber ejecutado a cientos de miles de personas, tantas como que redujeron la población camboyana en un 20 por ciento.

La Justicia internacional está de enhorabuena y sigue avanzando, lentamente, para evitar que los crímenes contra la Humanidad y los casos de genocidio queden impunes. Lamentablemente, todavía quedan algunos por juzgar pero cada vez son menos los que escapan de rendir cuentas. La semana pasada comenzó el proceso contra los máximos responsables del genocidio cometido en Camboya por los Jemeres Rojos a finales de la década de 1970. Fueron pocos los años que éstos se mantuvieron en el poder, pero los suficientes para instaurar un régimen dictatorial maoísta, sin libertades y en donde ser detenido era prácticamente sinónimo de estar muerto. Muchos de los arrestados lo eran por ser opositores al régimen; otros, para generar terror entre la población; y otros, porque sí. Se calcula que más de 1,5 millones de camboyanos fueron ejecutados en un periodo de cuatro años, el equivalente al 20 por ciento de la población. En total son cinco las personas que se enfrentan al tribunal –Pol Pot, el máximo líder de los Jemeres, falleció en 1998–: Kaing Guek Eav, alias Duch, Nuon Chea, Khieu Shampan, Ieng Sary y Ieng Thirit. Todos, excepto Duch, tienen más de 75 años. Precisamente, este último ha sido el primero en comparecer. Duch, que fue responsable de una de las cárceles donde se torturaba y asesinaba sistemáticamente, asumió su responsabilidad, se mostró arrepentido y pidió perdón a sus víctimas. Se cree que cerca de 15.000 personas perdieron la vida a manos de Duch y sus subordinados de la prisión. Los otros inculpados han declarado desconocer las ejecuciones masivas, pero todos, incluido Duch, se consideran a sí mismos víctimas del régimen de Pol Pot, ya que obedecían órdenes y aseguran que si no las acataban eran asesinados. Aun así, la acusación solicita la cadena perpetua para los cinco. El proceso judicial se prevé largo, doloroso y emocionante ya que se espera que en él participen algunas de las víctimas que sobrevivieron a la barbarie de los Jemeres y que siguen vivos más de 30 años después del final del régimen de Pol Pot.