VIVIENDA EE.UU.
Bush emprende un plan de rescate ante la crisis inmobiliaria
Por Paula Escalada Medrano
1 min
Economía09-12-2007
El Presidente norteamericano, George W. Bush, ha decidido atacar a uno de los principales enemigos internos de su país: la burbuja inmobiliaria. Para ello, ha negociado con los bancos un plan de rescate que salvará a miles de familias; lo ha presentado un día después de que se conociera que la morosidad en el pago de hipotecas en EEUU alcanzaba su récord histórico del 5,59 por ciento.
La característica principal del acuerdo conseguido con los bancos es la siguiente: las entidades hipotecarias congelarán temporalmente, durante cinco años, los intereses que aplican a determinados créditos de tipo variable, cuando el año que viene empiecen a revisarse sus condiciones de pago. El tipo de una hipoteca variable arranca en el 7 por ciento y puede revisarse al alza hasta el 13 por ciento. De no producirse esta congelación, si los tipos subieran hasta la cifra indicada, se calcula que en torno a un millón de propietarios se verían afectados por el reajuste de sus hipotecas y muchos de ellos no podrían pagarlas. Con esto se quiere evitar que haya un masivo aumento de los embargos y que las familias pierdan capacidad adquisitiva y con ello el resto de la economía se vea afectada. Según el Presidente Bush, se calcula que un total de 1,2 millones de personas se verán beneficiadas por este nuevo plan, que se aplica sólo a quienes hayan comprado una hipoteca de alto riesgo entre enero de 2005 y julio de 2007 y que hayan pactado con el banco una revisión de las condiciones del crédito en el periodo que va de enero de 2008 a julio de 2010. Sin embargo, la cifra sería mucho menor, sólo de 250.000 personas, según un estudio realizado por “The Economist Intelligence Unit”, el think tank vinculado al semanario británico “The Economist”, que basa sus estimaciones en cálculos efectuados por la banca Barclays. Cifras aparte, aún no se conocen los datos concretos del nuevo plan y todavía no hay muchos que se atrevan a opinar acerca de él. Eso sí, el Presidente George W. Bush lo defiende y asegura que “es una solución imperfecta, pero los propietarios de vivienda hipotecados merecen nuestra ayuda”. Según Bush, “las medidas que he delineado son una respuesta sensata a un grave desafío”.