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COLOMBIA

El interminable drama de los secuestrados de las FARC

Por J. F. LamataTiempo de lectura2 min
Internacional09-12-2007

El problema de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y de los otros grupos paramilitares acompaña a Colombia desde hace décadas. En la actualidad es Ingrid Betancourt la que da nombre a la tragedia, aunque la ex candidata presidencial es sólo una de tantos que como Clara Rojas viven en un cautiverio que sólo acaba con la muerte en tiroteo entre las fuerzas del orden y las FARC o en libertad tras cobrar una suculenta tajada.

Las FARC están consideradas por la Unión Europea y la ONU como una banda terrorista. Si antaño tuvieron ideales, hoy las FARC son un mero ejército al servicio del narcotráfico de sus zonas y sus campos de droga. Durante la Presidencia de Andrés Pastrana se inició el proceso de diálogo que han continuado sus sucesores. El actual presidente, Álvaro Uribe, ha combinado golpes violentos a las FARC con negociaciones, éstas se han intensificado en los últimos años, pero faltaba la presencia del mediador y el que mejor daba el perfil era sin duda el mandatario venezolano Hugo Chávez, hombre que goza de gran simpatía en la mayoría de guerrillas. Su mediación comenzó a ser vista con reticencias por Uribe –en el alineamiento de bandos en Latinoamérica, Uribe está con los conservadores mientras que Chávez encabeza a los bolivarianos– y la cosa acabó con la decisión de Bogotá de prescindir de los servicios de Chávez. Pero el presidente francés, Nicolas Sarkozy, cuyo mandato está sorprendiendo a no pocos, ha pedido a Uribe que reconsidere su postura apoyándose en la familia de las víctimas, incluida la familia Betancourt. “No creo en Uribe, busca ganar tiempo, distraer, es inhumano; la zona de despeje que propone es vaga, no son los municipios de Florida y Pradera que piden las FARC”, dice el marido de la secuestrada. También el presidente de Perú, Alan García, ha pedido que continúe el trabajo de Chávez. Y una oferta de última hora, la del todavía mandatario argentino, Néstor Kirchner, quien se ha ofrecido como mediador. Es un hecho que ningún otro mandatario como Hugo Chávez podrá gozar de la confianza de las FARC. Por la seguridad de los secuestrados, lo más conveniente sería que el presidente de Venezuela retornara a su papel mediador, pero tampoco pueden las víctimas trasladar a un gobierno todo el dolor del que los únicos responsables son los que portan metralletas.