Esta web contiene cookies. Al navegar acepta su uso conforme a la legislación vigente Más Información
Sorry, your browser does not support inline SVG

ENERGÍA

Cuando el Oro Negro se agote, el mundo tendrá que aprender a sobrevivir

Por Paula Escalada MedranoTiempo de lectura3 min
Economía11-03-2007

El petróleo siempre va unido a palabras como Discordia, Intriga Política, Guerra, Conflicto… Ha sido la principal moneda de cambio de los últimos tiempos, el porqué de grandes sucesos históricos, pero hoy este bien conocido como Oro Negro se está agotando. En 20, 50 o 100 años el mundo se pondrá a prueba y tendrá que aprender a sobrevivir sin esta fuente de energía.

Marion King Hubbert trabajaba para el laboratorio de investigación de la compañía petrolífera Shell cuando, a mediados de los años 50, predijo la evolución de la producción de las reservas de petróleo. Según sus estudios, una reserva petrolífera alcanza su máximo nivel de producción cuando la mitad del petróleo ha sido extraído y, a continuación, este nivel va decayendo hasta el agotamiento. A comienzos de los 70 sus predicciones se cumplieron y tuvo lugar la primera gran crisis del petróleo. Desde entonces, la teoría de Hubbert comenzó a tenerse en cuenta y hoy es ampliamente aceptada entre la comunidad científica y la industria petrolera. Todos consideran que las reservas petrolíferas funcionan según la curva de Hubbert, ya que el petróleo es finito. En lo que no están de acuerdo es en cuándo se producirá el momento de máximo nivel, el pico de Hubbert, que traerá luego el irremediable declive. Son muchas las fechas que se barajan. Las más optimistas apuntan que hay petróleo suficiente para los próximos 100 años. Pero otros estudios, como el de la Asociación para el Estudio del Pico del Petróleo y el Gas (ASPO), basado en los datos actuales de producción, no son tan optimistas y apuntan que el pico del petróleo ocurrirá ya, este mismo 2007. Lo que sí está claro es que, antes o después, el petróleo se acabará, ya que se está consumiendo a un ritmo mucho más rápido que el del descubrimiento de nuevos campos petrolíferos. Según un informe de la petrolera estadounidense Exxon, hasta el año 2030 la demanda energética crecerá a un ritmo del 1,6 por ciento anual. Este incremento se justifica en el aumento de la población mundial en unos ocho billones, con el consiguiente repunte de la demanda de bienes energéticos. Para esta fecha, los combustibles fósiles (petróleo, gas y carbón) seguirán representando el 80 por ciento del consumo de energía, por lo que la demanda de petróleo aumentará un 1,4 por ciento. A pesar de esto, desde Exxon Mobil aseguran que los tres billones de barriles existentes son suficientes para abastecer los pedidos, como mínimo, hasta 2030. ¿Dónde se encuentran las reservas petrolíferas? México, Arabia Saudí, Estados Unidos o Venezuela son algunos de los países en los que se encuentran las principales reservas petrolíferas mundiales. Para la defensa de los intereses comunes, así como el control del precio del petróleo mundial, algunos de estos países crearon en los años 60 la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), que hoy tiene 12 miembros: Argelia, Gabón, Indonesia, Irán, Iraq, Kuwait, Libia, Nigeria, Qatar, Arabia Saudí, los Emiratos Árabes Unidos y Venezuela. Estas regiones controlan aproximadamente el 80 por ciento del petróleo que queda en el mundo. ¿A quién pertenece el petróleo mundial? Dependiendo de cada país, las reservas petrolíferas se gestionan de diferente manera. En algunos casos, como el de Venezuela o Arabia Saudí, el suministro de petróleo está controlado por las compañías petrolíferas nacionales. En otros países, al carecer de medios para la búsqueda y posterior extracción del petróleo, las compañías multinacionales acuden a ellos y pactan con los gobiernos el tanto por ciento de los beneficios a repartir. Estas diferentes formas de gestión de un bien tan preciado como el Oro Negro hacen que en la mayoría de países poseedores de reservas la inestabilidad política y la discordia, las corrupciones e intrigas entre los grupos de poder y las compañías petrolíferas sean el pan de cada día. Muestra de lo conflictivo de la posesión de crudo es que, al revés de lo que la lógica diría, tener petróleo en absoluto es sinónimo de ser un país rico.