FORO DE DAVOS
Nuevo intento por impulsar la liberalización de los mercados
Por Javier de la Fuente2 min
Economía28-01-2007
La capital suiza de Davos ha sido el último fin de semana de enero el centro económico mundial. Países ricos, pobres y en vías de desarrollo se reunieron para debatir sobre la coyuntura económica mundial. Aunque en el fondo de todas las conversaciones y en el trasfondo del foro había una sola intención: volver a Doha.
En el año 2001, en la capital de Qatar, Doha, se iniciaron una serie de conversaciones para impulsar el avance económico de países en vías de desarrollo. Estaba previsto que el año pasado terminaran estas negociaciones; sin embargo, se abandonaron. En Doha se marcó como principal objetivo que, de la liberalización del comercio internacional, se beneficien sobre todo los países en vías de desarrollo y los más pobres. Uno de los puntos conflictivos que llevaron a que estas negociaciones cayeran en saco roto es el relativo a la reducción de las tarifas agrícolas e industriales. Esta cuestión fue la que llevó a la Unión Europea (UE), Estados Unidos (EE.UU.) Brasil, Japón y Australia a romper las conversaciones. Y ha sido precisamente en Davos donde éstas se han recuperado, producto de reuniones que se mantuvieron al margen del foro. La invitación partió de la ministra suiza de Economía, Doris Leuthard. A estos encuentros asistieron, entre otros, el director general de la Organización Mundial del Comercio (OMC), Pascal Lamy; el comisario europeo de Comercio, Peter Mandelson; la representante de Comercio de EE.UU., Susan Schwab; el ministro de Exteriores brasileño, Celso Amorim; y el de Comercio brasileño, Kamal Nath. Todos ellos mostraron su acuerdo en reflotar las negociaciones de la Ronda de Doha. Para el comisario europeo de Comercio, aunque las posiciones de los principales actores no han registrado cambios sustanciales, “sí han cambiado los vientos que han comenzado a soplar en dirección a que la Ronda termine”. Aunque lo ocurrido en Davos no ha sido más que una demostración de intenciones. Lo cierto es que los protagonistas tienen que ceder para llegar a buen puerto. Por un lado, EE.UU. y la UE quieren que países en desarrollo como Brasil e India hagan concesiones en cuanto a la reducción de tarifas industriales, mientras que estas dos últimas potencias reclaman a Europa y Estados Unidos que recorten sus ayudas agrícolas y pongan en marcha una mayor apertura a los mercados agrícolas de países en vías de desarrollo.