CINE
Se impone el luto en el cine con la muerte de Carlo Ponti
Por Ana Clavería2 min
Espectáculos10-01-2007
Italia se viste de luto de nuevo. Ya lo hizo el año pasado con la muerte de la actriz Alida Valli y el director Gilo Pontecorvo. Esta semana se les va otra de sus grandes figuras del cine, Carlo Ponti.
Carlo Ponti, nacido en la Magenta (Milán) de 1910, estudió derecho y ejerció de abogado durante tres años, hasta que en 1940 comenzó a dedicarse al cine en la compañía ATA. Un año más tarde debutó con Piccolo mondo antico (Tiempos Pasados) del director Mario Soldati, e interpretada por Alida Valli, actriz que fue descubierta y llevada a la fama por Carlo. En 1994 ya tenía varias películas a su espalda, y se une a la compañía Lux Film para financiar obras del neorrealismo, como Un americano de vacaciones y Vivir en paz de Zampa, junto con La Pimpinela Blanca de Bragaglia y Aquel bandido soy yo de Soldati. Ya en 1950 decide fundar su propia productora con Dino De Laurentis como socio. La llamaron Ponti-De Laurentis y producen películas como Europa 51 de Roberto Rosellini, y La Strada de Federico Fellini. Entonces es cuando se convierte en un cazatalentos y descubre a Sofía Loren. Sofía tenía 15 años cuando participó en un concurso de belleza italiano. Carlo formaba parte del jurado y, aunque Sofía no había ganado el concurso, se empeñó en que sería una buena actriz si estudiaba teatro e inglés. Más tarde le consigue papeles en determinadas películas italianas. En 1957 se casan a pesar de su gran diferencia de edad. En 1961 crean su primera película como marido y mujer, La Campesina, con la que Sofía gana un Oscar y se da a conocer mundialmente. Sin embargo, en 1962 su matrimonio queda anulado, ya que Carlo estaba anteriormente casado y no se le permitía divorciarse bajo el amparo de las leyes romanas. Por este motivo la pareja emigra a París y EE.UU., donde siguen su carrera profesional consiguiendo grandes éxitos como Doctor Zhivago y Dos Mujeres. En 1966, tras obtener la ciudadanía francesa, vuelven a casarse, esta vez en México. Tienen dos hijos, Carlo (director musical de la Sinfónica de San Bernardino) y Edoardo (director de cine), y su matrimonio dura hasta la reciente muerte de Carlo. En 1990 produce la serie de televisión Sabato, domenica, lunedi, de Lina Wertmüller, y en 1998 lleva a cabo su último trabajo, Liv, producción que realiza junto a su hijo Edouard Ponti. Carlo ingresó el pasado 4 de enero en un hospital de Ginebra (Suiza) con problemas respiratorios, y el día 10 se despedía de su esposa e hijos con 94 años de vida, más de 150 producciones y muchas polémicas a su espalda, ya que se trataba de un productor de cine que tuvo que emigrar de su país por problemas financieros y religiosos. Finalmente triunfó en todo el mundo, e Italia le volvió a reconocer su mérito.