ETA
La nueva estrategia parte con el PP y el PSOE más enfrentados que nunca
Por Silvia Sánchez3 min
España14-01-2007
José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy todavía no han conseguido llegar a un acuerdo en materia de lucha antiterrorista. Durante la pasada semana y a pesar de los diferentes contactos mantenidos entre uno y otro partido, las opiniones que los dos líderes manifiestan, distaban mucho de estar en la misma línea.
La Conferencia de Presidentes fue la última oportunidad de enfrentamiento entre populares y socialistas. Aunque los temas a tratar eran la inversión en tecnología y desarrollo y la política del agua, el terrorismo fue el asunto latente que dominó buena parte de la reunión. Los responsables autonómicos del PP solicitaron la aprobación de un documento que acreditase la vuelta del Gobierno al Pacto Antiterrorista. Aunque ningún otro partido secundó esta propuesta, se creó un intenso debate que marcó toda la conferencia. El Presidente del Gobierno comentó que ése no era el foro apropiado para abordar el tema del terrorismo. La reunión que mantuvieron Rajoy y Zapatero tampoco sirvió para acercar sus posturas acerca de la lucha antiterrorista. Tras una hora y media de conversación, Mariano Rajoy compareció en solitario en rueda de prensa, mientras que la vicepresidenta De la Vega era la encargada de valorar la reunión por parte del Partido Socialista. El líder de Partido Popular manifestó que había salido de la Moncloa sin ninguna conclusión y sin ninguna idea clara de porqué se había producido el atentado. Señaló además que se habían centrado en analizar las posibilidades de recuperar el diálogo en la lucha contra ETA, aunque aseguró que el jefe del Ejecutivo no le transmitió ninguna propuesta concreta. Además insistió en que la entrevista "no sustituye ni puede hacerlo en ningún caso" a la explicación que el presidente del Gobierno debe dar en el Congreso sobre el atentado. María Teresa Fernández de la Vega aseguró que Zapatero había ofrecido al líder de la oposición un “diálogo permanente”. La vicepresidenta comentó que si Rajoy rechaza la comunicación con el Ejecutivo "va a hacer un flaco favor a los intereses generales, al fin de la violencia y a sí mismo". El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, también mantuvo a lo largo de esta semana su propia agenda de encuentros políticos para tratar la situación generada tras el atentado terrorista de ETA. La primera visita en su ronda de contactos la realizó al portavoz del PP Eduardo Zaplana. Al terminar esta primera reunión, Rubalcaba admitió que no iba a ser fácil conseguir la unión de fuerzas, pero aseguró que “la suma es la garantía del éxito”. Para Zaplana, lo más importante es que el Gobierno socialista termine “para siempre el diálogo y la negociación con los terroristas” y que presente propuestas concretas para acabar con el terror. Ante los reproches del PP por incumplir el Pacto Antiterrorista, Rubalcaba remarcó que el Gobierno cumple "del punto 1 al 10" este acuerdo y señaló que ahora los nacionalistas de CiU y el PNV "están con el Gobierno" y su política contra ETA, mientras que en la firma de ese Pacto, no habían colaborado. Mariano Rajoy anunció que pedirá que se revoque la resolución de 2005 que permitía al Ejecutivo establecer relaciones con ETA en ausencia de violencia y ha señalado que si Zapatero “no se procede a la ruptura definitiva con ETA, es evidente que el atentado de Barajas que causó la muerte a dos personas, le habrá salido bien a la organización terrorista”. Desde el PSOE, Rubalcaba criticó la propuesta y señaló que "sería la primera vez que el Parlamento revoca una resolución mayoritaria por una bomba de ETA". Las diferencias que el Partido Socialista y el Partido Popular habían demostrado durante la “tregua” de ETA parece que no han hecho más que acentuarse en los últimos días. El atentado terrorista de Barajas ha causado además de dos muertes, una profunda división entre los dos partidos mayoritarios que será difícil de solucionar. De momento, y casi como hecho histórico, el PP no acudió a ninguna de las manifestaciones del sábado convocada en Madrid y Bilbao contra ETA. A su juicio la marcha convocada generaba “división y siembra confusión en la estrategia de lucha contra ETA" por lo que no apoyó esta manifestación. Según Rajoy "no se ha buscado el consenso” ni para el lema ni para el manifiesto.