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IRAQ

La ejecución de Sadam deja sin juzgar sus peores crímenes

Por Luis Miguel L. FarracesTiempo de lectura1 min
Internacional31-12-2006

El pasado 5 de noviembre, el ex dictador iraquí Sadam Husein fue condenado junto con dos de sus colaboradores a morir en la horca por el Caso Dujail, un crimen que podría considerarse menor entre las causas relacionadas con el otrora presidente del país. Sin embargo, aun siendo condenado, la sentencia ejecutada la pasada semana eximió a Sadam de dar cuentas de sus peores crímenes.

La pena de muerte ejecutada al ex dictador iraquí la semana pasada se produjo tras la sentencia del juicio de Dujail, que le consideró culpable de crímenes contra la Humanidad. El Caso Dujail hace mención a los sucesos acaecidos en la ciudad homónima en 1982, cuando tras un intento de magnicidio durante una visita oficial de Sadam, la Policía secreta asesinó a 148 campesinos chiíes de la localidad. Pero como se advertía antes, las atrocidades del régimen de Sadam llegaron mucho más lejos. Con la ejecución del líder baazista se eliminan las causas pendientes que tenía con la Justicia por sus 24 años de dictadura. Entre esas causas se encontraban casos como el de las Fosas Comunes, abierto tras el hallazgo de ocho fosas comunes en el sur del país con más de 1.000 cadáveres víctimas de la represión de disidentes a lo largo de 1991. Una represión que también hizo mella en otra causa relacionada con la represión contra el pueblo chií tras su levantamiento contra Sadam, un levantamiento que por cierto Occidente decidió no apoyar en su momento por sus intereses en la zona. El ataque químico a Halabja Pero quizás el juicio más importante que se quedará pendiente, y que incluso ya se había iniciado sea el del ataque químico a Halabja en 1988. En esta región iraquí, entre 5.000 y 7.000 kurdos fueron gaseados ese año en el contexto de la guerra contra Irán. Por aquel entonces, los kurdos simpatizaban con las fuerzas iraníes y vieron como sus aldeas fueron gaseadas desde aviones con gas mostaza y gases nerviosos. La Comunidad Internacional calló entonces ante los crímenes de Sadam dado que su régimen era aliado comercial de Estados Unidos.