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ESTADOS UNIDOS

Estados Unidos despide al ex presidente Gerald Ford

Por Berta PardalTiempo de lectura2 min
Internacional28-12-2006

Gobiernos de todo el mundo recordaron el pasado jueves a Gerald Ford como el presidente estadounidense cuya integridad moral y habilidad política calmó una era turbulenta y conflictiva.

La despedida del pueblo estadounidense al ex presidente Gerald Ford comenzó con una sencilla misa en su memoria a la que acudió su familia y su círculo más íntimo en una parroquia de Palm Desert (California), la pequeña población en la que residía. La viuda, Betty Ford, y sus cuatro hijos recibieron los restos del ex presidente en la iglesia episcopaliana de St. Margaret's y las visitas a la capilla ardiente estuvieron rodeadas de fuertes medidas de seguridad realizadas por el Departamento de Seguridad Nacional se encargó. Ford, un republicano de Michigan, fue nombrado vicepresidente en 1973 después de que el entonces vicepresidente Spiro Agnew renunciara para evitar ser procesado por cargos de corrupción. Después fue presidente entre agosto de 1974 y enero de 1977 después de que Richard Nixon hubiera renunciado por el escándalo Watergate. El único mandatario estadounidense que llegó al puesto fuera de la vía de las elecciones se oponía a la guerra en Iraq y era partidario de buscar soluciones diplomáticas, incluidas sanciones y restricciones al problema planteado por ese país. El ex presidente discrepó con las justificaciones de George W. Bush para iniciar la intervención militar con el objetivo de derrocar al régimen de Sadam Husein. También chocaron con la idea de que EE.UU. deba entrar en un conflicto con el objetivo de promover la democracia. “Puedo entender la teoría de liberar a los pueblos”, señaló Ford al referirse al deber de EE.UU., proclamado por el presidente Bush, de promover la libertad. Sin embargo, afirmaba: “no creo que tengamos que lanzarnos por el mundo a liberar pueblos, a menos que eso esté directamente vinculado a nuestra seguridad nacional”. La relación de Gerald Ford con Richard Nixon fue especial. Ford dijo al periodista Bob Woodward del diario The Washington Post que su larga amistad con Nixon influyó grandemente en su decisión de perdonarlo tras el escándalo Watergate. Ford y Nixon se conocieron en la década de 1940, cuando ambos fueron elegidos a la Cámara de Representantes. Ford llegó a asegurar que consideraba a Nixon un amigo personal y que nunca dudó su decisión de otorgarle el perdón en septiembre de 1974, por cualquier delito que hubiera cometido durante su Presidencia.