IRÁN

La autoridad del presidente Ahmadineyad comienza a cuestionarse

Por Luis Miguel L. Farraces2 min

Internacional17-12-2006

El liderazgo y la autoridad del presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, parece que comienzan a ponerse en duda en el seno del país. Y es que pese a mantener su actitud serena, Ahmadineyad recibió la pasada semana dos golpes que inducen a pensar en el deterioro de su popularidad. El primero, la victoria de sus opositores en las elecciones municipales y a la Asamblea de Expertos, un hito al que hay que sumar el recibimiento en la Universidad de Teherán por parte de grupos de estudiantes entre gritos de “¡muerte al dictador!”

Los comicios celebrados la pasada semana en Irán determinaban el control de los municipios y quiénes serían las personalidades que entrarían a formar parte de la denominada Asamblea de Expertos. Este ente, que se elige cada ocho años, es el encargado de nombrar a la máxima autoridad religiosa del país y configura un importante grupo de presión, o aceptación, para la clase política del país. El batacazo de las aspiraciones del presidente se produjo en sendas elecciones. Por un lado, el expresidente Akbar Hashemi Raf Rafsanvanik, uno de los más importantes opositores de Ahmadineyad, figura como claro ganador de los comicios a la Asamblea a falta de que concluya el recuento de sufragios. Por otro lado, el partido Abgadaran (Desarrollo), que fue otrora el principal promotor de la carrera política del actual presidente decidió desmarcarse del mismo a unos días de las elecciones para evitar la pérdida de votos. Al parecer, el aislacionismo internacional sufrido por las ambiciones nucleares del Gobierno, el incumplimiento de las promesas de erradicación de la pobreza en el país y la parafernalia creada en torno de la negación del Holocausto judío han generado una corriente de opinión poco afín a Ahmadineyad. "¡Muerte al dictador!" La imagen del líder persa también se vio dañada la pasada semana con motivo de su visita a la Universidad de Teherán. Allí, minutos antes de una conferencia que iba a pronunciar el presidente, decenas de estudiantes le recibieron con gritos de “¡muerte al dictador!” y “los estudiantes prefieren morir que someterse.” Asimismo, el mismo grupo de universitarios prendió fuego a un retrato de Ahmadineyad, que se desmarcó de las acusaciones alegando que “la universidad siempre ha reconocido a los dictadores, como el que hay en Estados Unidos bajo una máscara de Derechos Humanos.” Tan sólo unos días antes se había producido una manifestación en el centro educativo por la reforma en el país y el reconocimiento de las libertades. Ésta ha sido prácticamente la primera muestra de hostilidad pública desde que Ahmadineyad fue elegido presidente hace ya un año y medio.