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FUSIONES

Abertis y Autostrade toman diferentes caminos

Por Javier de la FuenteTiempo de lectura2 min
Economía16-12-2006

Quizá el referéndum se lo tenían que haber hecho los gobernantes europeos. En lugar de preguntar al pueblo si querían aprobar una constitución que hiciera más Europa, deberían haber reflexionado sobre si ellos la quieren. En España se cambió la legislación para apostar por campeones nacionales y ahora en Italia también quieren jugar su propia liga.

Hace seis años la empresa española Abertis decidió comprar un cuatro por ciento del capital de la empresa de gestión de autopistas italianas Autostrade. El Gobierno de Italia acababa de privatizar el 51 por ciento del capital de la empresa. Durante este tiempo, ha conseguido hacerse con cerca de un tres por ciento más de su capital. Pero la intención del grupo español Abertis, que integra más de 60 empresas, era controlar el cien por cien de la empresa italiana, y ambas compañías dieron el visto bueno a la operación de fusión. No lo hizo así el Gobierno italiano. Durante todo el proceso, ha puesto todo tipo de trabas. La Comisión Europea instó en numerosas ocasiones al Ejecutivo italiano a mantenerse al margen de la operación, incluso le multó por cambiar la legislación para obstaculizar la operación: similitudes con el caso de la Oferta Pública de Adquisición de Acciones (OPA) de Endesa, en la que el Gobierno español también ha hecho gala de su intervencionismo. Llegado este punto, ambas empresas han decidido paralizar su fusión ante la imposibilidad, dicen, de continuar debido a las numerosas piedras puestas en el camino por el Gobierno italiano. El ministro italiano de Infraestructuras, Antonio di Pietro, el más beligerante por mantener la nacionalidad italiana de Autostrade, ha afirmado que el problema no era la fusión, sino que “era y es un problema italo-italiano que debe ser aún resuelto”. De eso se ocupará también la Comisión Europea, que a este respecto ha anunciado que seguirá investigando el caso. Los dos principales motivos por los que se abandona la fusión han sido, por un lado, según el comunicado hecho público por ambas compañías, la falta de una autorización del ente público italiano que otorga las concesiones de las autopistas y, por otro lado, la aprobación por parte del Gobierno italiano de una nueva normativa que en el momento de aprobar el proyecto de fusión no existía.