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BALONMANO

El San Antonio fue un ¬invitado de piedra¬ en Ciudad Real

Por Alejandro G. NietoTiempo de lectura2 min
Deportes30-04-2006

El Ciudad Real se unió al selecto grupo de campeones de la mayor competición continental -con cinco clubes españoles en los últimos 15 años: los otros fueron el Teka Cantabria, el Bidasoa, el Barcelona y el propio San Antonio- y logró el objetivo que llevaba años persiguiendo. Los de Talant Dujshebaev no se dejaron sorprender por el San Antonio, al que volvieron a infligir un severo correctivo y derrotaron por 37-28. En cambio, el Valladolid no supo administrar en la Recopa la renta de siete goles que logró en la ida y sucumbió contra el Chekhov ruso por 32-24. En la Copa EHF no hubo sorpresa y el Lemgo se proclamó campeón al derrotar al Göppingen por 25-22.

Liga de Campeones La final contra el San Antonio apenas tuvo tensión durante diez minutos. El resto fue un monólogo del Ciudad Real, que acabó gustándose y deleitando a un Quijote Arena que se vino abajo. En cuanto la defensa –con un avanzado para frenar al croata Ivano Balic– y la portería, con un Arpad Sterbik sensacional, comenzaron a funcionar, los de Talant Dujshebaev empezaron a cobrar ventaja y pronto llegaron a un escandaloso 15-5, en cuanto carburó el ataque manchego, demoledor. Rolando Uríos, que anotó siete goles en el pivote, y Siarhei Rutenka y Olafur Stefansson, que se repartieron otros 13 tantos en la línea exterior, lideraron una ofensiva repleta de recursos y extremadamente efectiva, que sirvió para dejar sentenciada la final ya al descanso: 21-11. Los pamploneses se entregaron, y después de sólo anotar dos goles en diez minutos, Francisco Javier Zupo Equisoain realizó cambios para intentar maquillar el resultado, aunque para entonces el partido era una fiesta local que, tras un aplauso para los perdedores, tuvo su colofón cuando el portero José Javier Hombrados levantó el trofeo. Recopa Los de Juan Carlos Pastor comenzaron el encuentro concentrados, con una buena defensa respaldada por el acierto de José Manuel Sierra bajo los palos. El alto ritmo del choque beneficiaba a los vallisoletanos, que mantenían la igualdad en el marcador. Pero, en los últimos instantes del primer periodo, los rusos apretaron en defensa y, jugando siempre al borde de lo reglamentario, comenzaron a despegar. La diferencia al descanso se quedó en 18-13, pero después todo empeoró. El Chekhov consiguió anular al creador del juego del Valladolid, Chema Rodríguez, y desquició a los cañoneros Eric Gull y Alen Muratovic, que no encontraron posiciones de tiro pese a que finalmente sumaron 15 tantos. Además, la gran actuación del portero Alexei Kostygov minó decisivamente la moral de los españoles. Con todo, la ventaja rusa se mantuvo en torno a los siete goles que daban el título al Valladolid. De hecho, los castellano tuvieron varias oportunidades para sentenciar en los últimos instantes. Pero no supieron aprovecharlas y Konstantin Igropulo, que anotó 11 goles, cerró una gran actuación con el gol del triunfo ruso. Copa EHF El Lemgo hizo valer la ventaja de un gol obtenida en la ida y conquistó su primera Copa EHF, tras volver a imponerse en la vuelta. El Göppingen ofreció una enorme resistencia durante todo el encuentro, sobre todo gracias a la impresionante actuación de su guardameta Martin Galia. Las fuerzas estuvieron muy igualadas durante todo el partido –al descanso se llegó con empate a 15 goles–, y sólo al final los vencedores consiguieron despegarse gracias al acierto en el lanzamiento de Logi Geirsson y Volker Zerbe, autores de ocho y cinco goles respectivamente. Así, el Lemgo consiguió su segundo título internacional tras la Recopa lograda en 1996.