Peiró reaccionó a tiempo

Por Miryam Briz2 min

El primer derbi andaluz resultó trufado de goles y emoción. Pese a ir dos veces en desventaja en el marcador, los inquilinos de La Rosaleda locales lograron imponerse al Betis, un rival correoso e incómodo. De este modo, el Málaga saldó las cuentas de la goleada encajada en el Colombino y mejoró la imagen ofrecida en la pretemporada. El Málaga ofreció el recital que recogen las instrucciones del manual de Joaquín Peiró. Alegre en el ataque, tardó poco en encontrar la portería contraria, aunque el gol que fue anulado por fuera de juego. Lo que no hacía el Málaga, con todo, era jugar bien, pues los nervios de la defensa, con el estreno del portugués Litos, eran palpables. Con el empeño malacitano de jugar por el centro y desentenderse de las bandas, el gol lo vino a marcar el Betis. Una espléndida jugada de Denilson, que empieza a avalar el multimillonario fichaje de hace tres temporadas, la remachó el oportunista (y oportuno) Gastón Casas. Los de Juande Ramos se habían adueñado del partido, pero Joaquín Peiró reaccionó y dio entrada a Sandro. Su enlace con Darío Silva le dio aire al ataque del Málaga y dinamitó el partido: al poco, el uruguayo igualó el marcador. En La Rosaleda se vieron pinceladas de buen fútbol, como una magnífica pared de Denilson. Le hicieron penalti y Casas lo marcó, pero el duelo goleador no estaba ni mucho menos acabado. El Málaga acusó durante algunos minutos el golpe, pero primero reaccionó, pues Peiró acertó con los cambios, luego agobió la meta de Prats y terminó por ganar. Darío Silva, quién si no, fue el artífice del empate. La abundancia y la conjunción de los delanteros del Málaga, aparte de su insistencia, terminó por reportarle los puntos deseados: Ariel Zárate, a pase de Canabal, marcó el tercero. Hasta el final, el Málaga trabó el juego todo lo que pudo para amarrar la victoria, y la táctica le salió bien, aunque el Betis hizo méritos para haber conseguido algún punto.