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RELIGIÓN

Doce meses de mensajes a todos en defensa del hombre

Por Maite NúñezTiempo de lectura2 min
Sociedad19-04-2006

Hace ya un año que la fumata blanca anunciaba la elección de un nuevo papa tras la muerte de Juan Pablo II. Desde entonces, el actual líder de la Iglesia Católica, Benedicto XVI, ha hecho grandes aportaciones con sus mensajes de paz, la condena de los actos terroristas en nombre de Dios y la defensa de los valores cristianos, como el matrimonio.

El pasado año, tras los atentados terroristas del mes de julio en Londres Benedicto XVI expresó su profundo dolor y habló directamente a los terroristas: "A los que fomentan sentimientos de odio y a los que llevan a cabo acciones tan repugnantes les digo: Dios ama la vida que ha creado, no la muerte. Deteneos en nombre de Dios". Durante su asistencia a la Jornada Mundial de Juventud en Colonia (Alemania), hizo un llamamiento a los musulmanes para trabajar conjuntamente contra el terrorismo. Este y otros discursos de Joseph Ratzinger en Colonia quedaron posteriormente recogidos en el libro La Revolución de Dios. A lo largo de esta misma visita el Sumo Pontífice condenó el nazismo y reconoció con "vergüenza y dolor" el sufrimiento que causó a Alemania en el siglo XX. Asimismo afirmó ante los jóvenes que las ideologías "no liberan al hombre, sino que lo privan de su dignidad y lo esclavizan". El Papa les advitió de igual manera del peligro del "boom de lo religioso" y aseguró que "si se exagera demasiado, la religión se convierte en un factor de consumo". En enero de 2006 publicó su primera encíclica bajo el nombre de Deus Caritas Est (Dios es amor), que presenta una reflexión teológica y filosófica acerca del amor en sus distintas dimensiones y, además, aporta datos precisos sobre el amor de Dios por el ser humano y del vínculo que existe entre ese amor con el ser humano. En ella también habla del ejercicio del amor por parte de la Iglesia como "comunidad de amor", defiende los valores cristianos de la familia y el matrimonio, y condena el aborto. España, África y Palestina Respecto al alto el fuego de ETA, Benedicto XVI hizo un llamamiento a los españoles para que "intensifiquen sus esfuerzos por consolidar los horizontes de paz que parecen abrirse en el País Vasco y en toda España y a superar todos los obstáculos que puedan presentarse a lo largo de este camino". Asimismo, ha solicitado una salida pacífica a la crisis de energía nuclear que tiene lugar en Irán, para la que pidió "unas negociaciones serias y leales". Ha condenado también los secuestros en América Latina, a los que llamó "plaga execrable" y ha abogado por una mejora en las condiciones de vida de las personas y una sana democracia. Todo ello sin olvidarse de África, para la que pidió "consuelo y seguridad", o de Palestina, cuyos habitantes, según la posición de la Santa Sede, tienen el derecho real de poseer un estado propio. Tanto a palestinos como a israelíes los ha instado al "diálogo paciente y perseverante que supere los obstáculos antiguos y nuevos".