Esta web contiene cookies. Al navegar acepta su uso conforme a la legislación vigente Más Información
Sorry, your browser does not support inline SVG

ETA

Otegi se suma al "proceso de paz" mientras Batasuna insiste en movilizarse

Por Alejandro RequeijoTiempo de lectura3 min
España09-04-2006

Batasuna no esta dispuesta a ceder en su intención de llevar la iniciativa dentro del nuevo marco político iniciado tras el alto el fuego de ETA. La formación ilegalizada ya ha anunciado futuras movilizaciones y actos en los que los abertzales podrán contar con la presencia de su líder, Arnaldo Otegi. El dirigente batasuno abandonó la prisión madrileña en la que se encontraba internado después de que su defensa pagará la fianza decretada por el juez.

Entre sonrisas, ikurriñas y abrazos de sus compañeros, Otegi abandonaba la cárcel de Soto del Real junto a otros dos dirigentes abertzales, Juan José Petrikorena y Juan María Olano. De este modo, ponían fin a nueve y quince, 22 y 23 días de internamiento respectivamente. Los tres estaban acusados de ser responsables de los disturbios ocasionados durante la huelga del pasado 9 de marzo convocada por Batasuna en el País Vasco y Navarra. Un total de 650.000 euros de fianza (250.000 la de Otegi y 200.000 la de Olano y la de Petrikorena) ha sido el precio de su liberación. Nada más abandonar el centro penitenciario y sin responder a los periodistas que le aguardaban a la salida, el portavoz abertzale puso rumbo al País Vasco. Allí se incorporó rápidamente a las distintas actividades que su formación tiene programadas para el nuevo proceso de paz después de haber permanecido apartado hasta ahora a causa de una neumonía y su posterior encarcelamiento. Otegi podrá preparar su encuentro con el lehendakari. Juan José Ibarretxe ya anuncio su intención de mantener una rueda de contactos con todas la fuerzas políticas vascas incluida Batasuna y que para ello esperaría a que Otegi saliese de la cárcel. No obstante, pese a su última excarcelación, las causas pendientes entre el líder batasuno y la justicia no han terminado. El mismo lunes 10 de abril deberá regresar a la Audiencia Nacional para ser juzgado por un delito de enaltecimiento del terrorismo. En diciembre de 2003, Otegi participó en el homenaje celebrado en memoria del etarra, Jose Miguel Beñarán, alias Argala fallecido en 1978. El fiscal pide para él quince meses de prisión y siete años de inhabilitación absoluta. El brazo político de ETA emitió un comunicado en el que instaba al PSOE a que terminaran “los atentados” que, según la formación ilegalizada, están entorpeciendo “el proceso para superar el conflicto”. Además tildaban de “robo” y “extorsión” las fianzas que han tenido que abonar para liberar a sus dirigentes. Pero el comunicado va más allá y asegura haber hecho un llamamiento a los ciudadanos del País Vasco a los que emplaza a “responder como pueblo”. Nuevas movilizaciones El éxito o el fracaso de este llamamiento lo pudo constatar Batasuna el pasado domingo. Un grupo de ciudadanos particulares vinculados a la formación abertzale convocaron una manifestación en San Sebastián a la que acudieron varios dirigentes del brazo político de ETA, entre ellos, Arnaldo Otegi y distintos miembros de la Mesa Nacional de Batasuna. En torno al Boulevar donostiarra, los simpatizantes de la izquierda abertzale clamaron por la defensa de los derechos civiles y protestaron por los recientes encarcelamientos de varios de sus dirigentes así como por la prohibición del juez de la Audiencia Nacional, Fernando Grande-Marlaska, quien impidió a Batasuna celebrar un acto convocado por la formación en el mismo lugar y a la misma hora. Por su parte, un grupo de diputadas socialistas vascas ha firmado un documento conjunto con representantes de la formación batasuna que ha generado una gran crispación en el seno del Partido Socialista de Euskadi. En ese manifiesto redactado por socialistas y abertzales no se condenaba la violencia y se exigía “el derecho de los ciudadanos vascos a decidir su futuro“. Al mismo tiempo, otras diputadas también del PSC participaban en un acto muy distinto organizado por la plataforma Basta Ya en defensa de las victimas. Asistentes a este homenaje como las socialistas Rosa Díez o Maite Pagazaurtundua recibían con resignación la noticia sobre la actuación de algunas de sus compañeras.