FÚTBOL
El Sevilla ‘firma’ su mejor campaña europea
Por Jesús Rosell3 min
Deportes06-04-2006
A falta de las dos últimas rondas, la Copa de la UEFA se puede calificar con muchas sorpresas. Gran parte de los favoritos, incluso los caídos de la Liga de Campeones, cayeron por el camino. Incluso el CSKA de Moscú, vigente campeón, no pudo pasar de la liguilla de segunda ronda. La actuación de los equipos españoles ha sido aceptable, excepción hecha –favorable– de un Sevilla que, con Juande Ramos, ha conseguido la que será su mejor clasificación en la competición europea.
Los de Juande Ramos –el técnico manchego ya llegó a cuartos de final con el Rayo Vallecano– se han erigido como gran revelación del torneo. Los hispalenses consiguieron romper la maldición de los cuartos de final, una barrera que nunca habían superado –y a la que no llegaban tras casi 50 años–, y lo hicieron demostrando autoridad en todos sus partidos. El club que preside José María del Nido busca hacer algo grande en el año de su centenario y lo puede conseguir. Tras superar sin demasiados problemas la liguilla, tuvieron que verse las caras en tercera ronda contra el Lokomotiv de Moscú, contra quienes demostraron un juego sólido, dirigido en el medio campo por el italiano Enzo Maresca, los andaluces se toparon en octavos con un Lille que vendió más cara su eliminación. No en vano, el Sevilla cayó en Francia por la mínima, pero logró remontar en el Sánchez Pizjuán. Ya en cuartos, el rival era el Zenit de San Petersburgo, a quienes ya se enfrentaron –y vencieron– en la liguilla. En la ida, las expulsiones de los rusos marcaron una diferencia de tres goles que los nervionenses supieron aguantar en la vuelta. Sin embargo, al sueño europeo le espera un duro rival, campeón de la competición en 1996: el Schalke 04 alemán, uno de los máximos favoritos. En Sevilla, por lo pronto, ya le han mojado la oreja al Betis. Los verdiblancos, tras disputar la primera fase de la Liga de Campeones, buscaron prolongar su sueño europeo y lo consiguieron contra el Alkmaar holandés, una de las sensaciones la temporada anterior. Pero los de Lorenzo Serra Ferrer evidenciaron sus defectos contra un Steaua de Bucarest que parecía una víctima fácil, pero que les sacó los colores en Heliópolis. El Espanyol no tuvo tanta suerte. No tuvo problemas en la liguilla, pero cayó contra el propio Schalke en la primera eliminatoria. Pero pese a empatar en campo teutón, los pericos cayeron estrepitosamente en Montjuïc tras haberse cargado. El Osasuna pasó de forma testimonial, pues no pudo superar siquiera la primera ronda, en la que fue eliminado por el Rennes galo. Una eliminación demasiado temprana para un equipo muy esperanzado con esta competición, al que pudieron más los nervios que la ilusión y que acabó centrado en sus opciones de disputar la Liga. Del resto destaca, sobre todo, el pobre papel del CSKA de Moscú. El vigente campeón no pudo pasar de la liguilla, pese a que no tenía equipos muy difíciles a priori, y tampoco el finalista del año anterior, el Sporting de Lisboa, ofreció el nivel y la motivación que mostró por jugar la final en su estadio. También uno de los favoritos –pese a la crisis económica que sufre–, como el Roma, se hubo de conformar con llegar hasta los octavos de final, lo mismo que sus compatriotas del Udinese y el Palermo, éstos con menos postín. Los transalpinos, pese a desplegar un gran juego durante el torneo, se toparon con el Middlesbrough, uno de los equipos poderosos, aunque tapados, del fútbol inglés. En su duelo de semifinales contra el Steaua de Bucarest parten como claros favoritos para llegar a Eindhoven (Holanda), sede de la final.