JUVENTUD

La familia es la institución más valorada por los jóvenes

Por Alfredo L. Zamora2 min

Sociedad04-04-2006

Valores como la carga de afectividad o la seguridad ante situaciones difíciles en la toma de decisiones son algunos de los aspectos más valorados por los jóvenes sobre la familia. Cuestiones como el procurar alimento, vestido o un hogar donde vivir han quedado en un segundo plano.

Los datos se desprenden del informe Jóvenes españoles 2005 que ha elaborado la Fundación Santa María a través de 4.000 encuestas a chicos y chicas de 14 a 25 años. El estudio demuestra que el concepto de familia se ha visto ampliado y los jóvenes aceptan otros tipos diferentes al tradicional. Consideran familias auténticas a una madre o un padre solos con algún hijo, así como a las parejas homosexuales con hijos. El proyecto vital de futuro para casi el 60 por ciento de los jóvenes es casarse por la Iglesia o por lo civil y tener hijos. Vivir en pareja apenas convence al 14 por ciento, una opción que se consolida como una forma transitoria y previa para llegar al matrimonio. En cuanto a los valores morales, ahora se ve con mejores ojos cuestiones como el ayudar a morir a una persona con una enfermedad incurable, el aborto, las relaciones sexuales entre menores y la adopción por parte de parejas homosexuales. A la vez se mantiene un fuerte rechazo contra el terrorismo, la violencia de género, el vandalismo, las desigualdades laborales, la pena de muerte o la clonación de personas. “Los jóvenes conocen cada vez con mayor claridad la realidad que les rodea y se adaptan a ella con lucidez”, afirma el director del informe, Pedro González Blasco. El tiempo de ocio es una cuestión muy o bastante importante para el 69 por ciento de los encuestados. Un tiempo que destinan a escuchar música, ver la tele, ir al cine, salir a bares y cafeterías, y escuchar la radio. Sólo un uno por ciento de los jóvenes no tiene acceso a la red, más del 70 por ciento maneja Internet y la mitad usa el ordenador diariamente. Por otro lado, actividades como la lectura o la visita a los museos continúan bajando imparablemente. Mientras que hace diez años los jóvenes que se consideraban católicos rozaba el 80 por ciento, el informe revela que, a día de hoy, y por primera vez en la historia, no llegan al 50 por ciento. Las razones de este fenómeno son la secularización social provocada por los cambios políticos orientados hacia una posición laicista y la desconfianza que genera la institución eclesiástica. Asimismo, ha quedado en un segundo plano la política, que ha ocupado en su escala de aspectos más importantes un décimo puesto. Casi la mitad de los jóvenes afirman que si ahora hubiera elecciones generales no sabrían a qué partido votar, y la mayor parte se siente de centro, aunque hay también un porcentaje muy elevado que se sitúa en el centro izquierda. El informe también revela la visión de los jóvenes sobre sí mismos. Consumistas, independientes, localistas, egoístas, con poco sentido del deber y del sacrificio, y pensando sólo en el presente. Son algunos de los calificativos usados para describirse a ellos mismos y que pone de manifiesto la baja autoestima dominante.