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FÚTBOL

Espanyol y Zaragoza jugarán la final de Copa

Por Ángel BrizTiempo de lectura2 min
Deportes19-03-2006

El Zaragoza y el Espanyol de Barcelona disputarán la final de la Copa del Rey, que se disputará en el estadio Santiago Bernabéu, donde a punto estuvo el equipo aragonés de ver cómo el Real Madrid remontaba el 6-1 del partido de ida de las semifinales. Los catalanes, en cambio, apearon a un Deportivo que adoleció de una nula mordiente en el partido de vuelta.

El Real Madrid sigue con los mismos problemas de los últimos tiempos, y parece que nadie hace nada por remediarlos. No hay un pivote director de orquesta que realmente satisfaga las exigencias del equipo: con la lesión del uruguayo Pablo García, el danés Thomas Gravesen juega un tanto forzado como destructor y pivote, lo que obliga en ocasiones a José María Gutiérrez, Guti, a jugar retrasado, lejos de la posición donde es decisivo con sus pases, la media punta. La defensa, pese a los fichajes, sigue teniendo algunos fallos en el juego por alto. Los ánimos, con todo, están algo más calmados después de la exhibición de garra y coraje –pese a la eliminación– en el partido de vuelta. Aun así, es un pobre consuelo, pues los aficionados ven cómo les espera otro año, y van tres, sin ninguno de los tres títulos importantes. Juan Ramón López-Caro, al menos, agradeció “la entrega y honor de los jugadores, que no le dieron la espalda al encuentro en ningún momento para remontar la eliminatoria”. En cambio, la extraordinaria imagen mostrada por el Zaragoza nada tiene que ver con la de la Liga, en la que se halla todavía lejos de los puestos europeos, por lo que deposita todas sus ilusiones en la final. El portero extremeño del Zaragoza César Sánchez admitió con cierto tono jocoso que, tras encajar el segundo gol en apenas cinco minutos, pensó en “fingir una lesión porque veía que nos iban a caer ocho”. El Deportivo de La Coruña, famoso por el Centenariazo del Real Madrid hace tres temporadas, no tendrá la posibilidad de hacerse trofeo en el año de su efeméride. La plantilla corta –en parte por las lesiones– de que dispone el técnico Joaquín Caparrós y la mala suerte en el partido de vuelta hicieron que el Espanyol fuese finalista, luego de hacer valer , tras vencer en el partido de ida. El técnico sevillano indicó que “estamos dolidos, pero ahora hay que levantarse y conseguir los máximos puntos posibles en los partidos que nos quedan en la Liga”. No obstante, el utrerano afirmó que, analizando lo sucedido, el club coruñés tiene que “replantearse más cosas para el futuro”. El Espanyol, en cambio, aspira a salvar la temporada si gana el trofeo, después de que lo hiciera en 2000. Para el entrenador del equipo perico, Míguel Ángel Lotina, ganar la Copa sería “cumplir un sueño muy bonito”, más aún después de que se cumplen diez años de la gesta copera que logró con el Numancia de Soria. Pero antes quiere dejar zanjado los rumores que le llevan lejos de Montjuïc para la temporada venidera: “Antes de la final queremos mejorar en Liga, y después, cuando acabe la temporada, todo se verá”. Con respecto a su rival, añadió que “por el fútbol que está haciendo, el Zaragoza puede parecer un poco más favorito, pero tampoco hay una diferencia insalvable”, dijo.