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FÚTBOL

El Madrid se dejó la Copa en La Romareda

Por Ángel BrizTiempo de lectura2 min
Deportes09-02-2006

El Zaragoza demostró que es el equipo en mejor forma del momento: Diego Milito –que sumó cuatro goles él solo– y Henrique Ewerthon le hicieron un roto al Real Madrid, que se encomienda, más por obligación que por convicción, al partido del Santiago Bernabéu. El Espanyol remontó en Montjuïc y afronta con una escasa ventaja la vuelta contra el Deportivo.

Si el Real Madrid quería optar a ganar un título esta temporada, ése era la Copa del Rey. Pero después del partido de La Romareda parece incluso más lejano que los diez puntos que separan a los blancos del lideraron en la Liga. Los de Juan Ramón López-Caro deberán recurrir a una de esas maravillosas gestas que recuerdan los aficionados más veteranos del Santiago Bernabéu, el “espíritu de Juanito” que recuerda Íker Casillas, pero que se remontan a más de dos décadas. A pesar de la goleada, el entrenador cree que la remontada aun es posible: “Creo que para los cobardes, con este resultado, la eliminatoria esta resuelta. Pero en este equipo hay mucho orgullo y calidad”, afirmó López-Caro, que se reconoció como el mayor culpable de la derrota y descargó la responsabilidad de los jugadores. Por supuesto, las cosas se ven en Zaragoza de modo diferente, pero sin euforia ni optimismo, como resalta Víctor Muñoz: “Tenemos que jugar todavía un segundo partido en el Bernabéu y no podemos pensar que ya estamos clasificados para la final”. Para Diego Milito, que con cuatro goles se encuentra en un momento muy dulce, tanto que cree que cuajó su mejor actuación desde que es futbolista profesional: “es un partido soñado, que ojalá me pueda tocar otra vez”, explicó el joven argentino que quiere hacerse un sitio en la delantera argentina para el Mundial de Alemania. El Espanyol lo puso todo de su parte para llevarse el triunfo contra un Dépor que se confió después de adelantarse en el marcador y al que faltó un punto de mordiente ofensiva. Todo lo contrario que unos pericos que, tal y como afirmó Miguel Ángel Lotina, supo reaccionar y no irse del partido. El técnico de Meñaka valoró que su equipo creyese en la remontada en todo momento, aunque reconoció que, pese a que Walter Pandiani marcó en el descuento, “nos faltó tiempo para lograr el tercero” y llegar al partido de Riazor con resultado más cómodo para certificar su pase a la final, que no disputan desde hace seis años. El entrenador coruñés, Joaquín Caparrós, expresó su malestar con los jugadores después de encajar el segundo tanto en los últimos instantes: “Estoy enfadado, no pueden hacernos un gol así”. No quiso dar detalles al respecto del colegiado Medina Cantalejo, ya que para él “es la historia de siempre, si perjudicó a uno o al otro”, en referencia a los dos penaltis dudosos que señaló, uno a favor de cada equipo. En cuanto a Walter Pandiani, un jugador que fue descartado por el utrerano para la plantilla del Dépor, Caparrós no dudó en reconocer que hizo un gran partido, aparte de marcar un gol, “que es lo que se le pide a un delantero”, concluyó.