Esta web contiene cookies. Al navegar acepta su uso conforme a la legislación vigente Más Información
Sorry, your browser does not support inline SVG

PALESTINA

Un futuro incierto para Oriente Próximo

Por Miguel MartorellTiempo de lectura3 min
Internacional29-01-2006

La victoria de Hamas ha colocado en jaque a Estados Unidos, la Unión Europea e Israel, aunque lo cierto es que la organización armada ha comedido sus posturas desde que en 2004 cesaron sus ataques contra objetivos israelíes. El mayor problema es que la Comunidad Internacional considera a Hamas un grupo terrorista, por lo que cualquier posibilidad de diálogo con el nuevo Gobierno palestino está descartada mientras éste no renuncie a las acciones armadas.

La Autoridad Nacional Palestina (ANP) queda dividida tras los históricos resultados de los comicios legislativos. Mientras la Presidencia sigue al cargo de Mahmud Abbas, de Al Fatah, el Gobierno pasa a manos de Hamas. Así, y aunque la Ley palestina establece que el presidente es el comandante supremo de las Fuerzas de Seguridad, lo cierto es que éstas están a cargo del Ejecutivo y del Ministerio del Interior. De hecho, a pesar de los llamamientos de Abbas a que los agentes mantengan su lealtad a la Presidencia, el nuevo Gobierno, que tomará funciones en marzo, ya ha reclamado su derecho a formar un Ejército "como cualquier otro país del mundo, que defienda a la gente de las agresiones". Gran parte del mérito de la victoria de Hamas se lo lleva Al Fatah. La corrupción y el colapso institucional de la ANP en los últimos tiempos ha erigido a Hamas como defensora de los derechos del pueblo palestino y como la única organización que se ha preocupado por dar asistencia sanitaria, educación y ayudas económicas a los palestinos. Pero la culpa se reparte también entre Israel y EE.UU. En 1989 se facilitó la aparición de esta facción armada, pensando que ganaba un grupo antimarxista y anti Arafat. Pero los dirigentes de Hamas se echaron en brazos de la organización terrorista Hezbolá, en Líbano, donde aprendieron las tácticas suicidas y derrocaron al Ejecutivo israelí con atentados. Paralización de los diálogos Incluida en la lista de organizaciones terroristas de la UE y EE.UU., Hamas participó en las elecciones con el visto bueno de la Comunidad Internacional, que pensó que podría incorporarla al juego político. Pero esta fuerte apuesta por Al Fatah se desmoronó con los resultados de los comicios y ahora, EE.UU. y al UE se enfrentan al dilema de establecer conversaciones con los que ellos consideran terroristas. De hecho, la Comunidad Internacional ya ha advertido a Hamas de que se suprimirán sus ayudas económicas a la ANP -que ascienden a unos 1.000 millones de euros al año- si no renuncia a la violencia y elimina de su carta fundacional la destrucción del Estado de Israel, al que debe reconocer de facto. Hamas rechaza las presiones internacionales y reivindica su derecho a defenderse de Israel, al tiempo que se comprometen a abandonar las armas siempre que el Ejecutivo israelí cese la ocupación sobre territorio palestino. Además, está dispuesta a formar un Gobierno de coalición con Al Fatah, lo que, en cierto modo, facilitaría las relaciones internacionales de Palestina. Con Ariel Sharon, principal impulsor del desalojo de Gaza y Cisjordania, fuera del juego político, unas próximas elecciones en Israel y la Comunidad Internacional de espaldas a Palestina, Oriente Próximo se abre camino a la incertidumbre. Sin embargo, cabe recordar que Hamas ha moderado su postura desde 2004, cuando dejó de atentar contra Israel, y que está dispuesta a dedicarse a labores sociales, pues su principal preocupación es el pueblo palestino, lo que facilitaría la labor de Abbas de conseguir continuar con los diálogos. La mayor preocupación, al contrario de lo que se pueda pensar, debería suponer la facción de Al Fatah la Brigada de los Mártires de Al Aqsa, que tras ser desbancados del poder, anunciaron que el alto el fuego con Israel ya no está vigente para ellos y que, a partir de ahora, dirigirían sus “balas a Israel y a la gente corrupta de Al Fatah".