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CANADÁ

Los conservadores canadienses ganan tras 12 años de gobiernos liberales

Por Susana MendozaTiempo de lectura2 min
Internacional29-01-2006

El líder de los conservadores, Stephen Harper, ha levantado las sospechas de muchos canadienses por su afinidad al partido republicano de George W. Bush, a la vez que ha prometido reformas como incrementar el presupuesto para la Defensa.

Stephen Harper es conocido en su país como El hombre tranquilo y también como el unificador de las derechas en Canadá. Harper fundó el Partido Reforma, con el que retornó a Ottawa como diputado. A pesar de que desembarcó en el Parlamento como una de las jóvenes promesas de la derecha, las tensiones con el líder del partido le llevaron a una nueva dimisión. Su regreso definitivo se produjo con la refundación del Partido Reforma en la Alianza Canadiense (AC), agrupación que lideró en 2002. El paso de Harper por los distintos partidos de derechas le sirvió para tomar conciencia de la necesidad de crear una formación única conservadora, capaz de hacer frente a los liberales y concentrar todo el voto del centro-derecha canadiense. En 2003, su proyecto tomó forma: la AC se fusionó con el Partido Conservador para fundar el Nuevo Partido Conservador, con el que ha ganado estas últimas elecciones. Unas elecciones que dieron una holgada victoria al partido de Harper, en contra de lo esperado. Los conservadores consiguieron 124 de los 308 escaños parlamentarios. El Partido Liberal de Paul Martin se quedó con 103 asientos. También bajó el bloque separatista de Québec, que aspira a la independencia de esta región francófona, al lograr un total de 51 escaños. Este resultado fue interpretado por los medios canadienses como un revés para el movimiento separatista que lleva años intentando conseguir su independencia de Canadá. En cuanto a la posible gestión política del nuevo Gobierno, la mayoría de los analistas políticos canadienses coinciden en que la nueva dirección que pueda formar Harper no tendrá mucho futuro, especialmente debido al carácter moderado que caracteriza a los gobiernos y votantes canadienses. Según los analistas, nadie querrá ver cómo su Gobierno se torna hacia una derecha agresiva como la de su vecino Estados Unidos. El presidente estadounidense, George W. Bush, ya ha llamado a Harper para felicitarle y desear una estrecha colaboración con Canadá. Los liberales lo acusan también de que renegaría de los compromisos de Canadá bajo el protocolo de Kyoto sobre Medio Ambiente y que se acercaría al Partido Republicano estadounidense mucho más de lo que les gusta a los canadienses. Estas elecciones, las segundas en 18 meses, fueron convocadas después de que el gobierno minoritario liberal cayera tras un voto de confianza en el Parlamento el pasado noviembre.