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NATACIÓN

Hackett, el triunfador de Montréal

Por Roberto J. MadrigalTiempo de lectura3 min
Deportes31-07-2005

Estados Unidos, con 39 medallas -de ellas, 17 de oro- fue el dominador de los Mundiales de natación, por delante de Australia -25 medallas y 13 oros-, China -17 metales y cinco campeones mundiales-, Rusia -cinco oros para un total de diez medallas- y Canadá, que ganó tres oros y un total de diez medallas. En Montréal, además, se mejoraron nueve plusmarcas del mundo.

A pesar de la ausencia del australiano Ian Thorpe, el Mundial deparó duelos muy interesantes: el más esperado, aunque no el más igualado, fue el de los estadounidenses Ian Crocker y Michael Phelps en el hectómetro de mariposa: Crocker dominó con claridad a su compatriota y se permitió el lujo de rebajar en nada menos que 36 centésimas su propio récord mundial. Pese a que la actuación de Phelps defraudó, pues el cansancio y el competir en pruebas distintas de las que hasta ahora había dominado le hicieron quedar muy lejos de las medallas -fue séptimo en los 100 metros libres y no llegó a la final en los 400 metros-, el nadador de Baltimore sí destacó al menos , además de en los 200 libres, en las pruebas de relevos, en las que consiguió -o contribuyó a hacerlo- tres medallas, aunque no compitió en el relevo del 4x100 estilos, un verdadero Dream Team con la presencia de tres campeones como Crocker, Aaron Peirsol y Brendan Hansen. Peirsol fue el gran dominador en las pruebas de espalda y tan sólo se le escapó una medalla en los 50 metros, en tanto que Hansen, pese a su estilo más tosco, no dio opción al japonés Kosuke Kitajima en las pruebas de braza. Con todo, el gran triunfador del Mundial, en el terreno individual, fue el australiano Grant Hackett, que acaparó cuatro oros en las pruebas de larga distancia: 200, 400, 800 -en la que estableció un nuevo récord mundial- y 1.500 metros libres -en esta última prueba no ha dejado de ganar desde los Mundiales de Perth, en 1999-, si bien los restantes nadadores aussie no acabaron de conseguir grandes resultados y se quedaron, en buena medida, por debajo de sus expectativas. Todo lo contrario que Roland Schoeman, la gran revelación en Montréal: el surafricano ganó dos oros en las pruebas cortas de mariposa y estilo libre, pero su exhibición en la primera de ellas fue digna de recordar: no sólo deslumbró y derrotó al anterior campeón, el estadounidense Crocker, sino que rebajó hasta en tres ocasiones el récord mundial para convertirse en el primer hombre que, en toda la historia, rompía la barrera de los 23 segundos. El orgullo australiano lo salvaron en gran medida sus nadadoras, aunque con afrentas como el récord mundial que la polaca Otylia Jedrzejczak arrebató a Jessicah Schipper en el doble hectómetro de mariposa. Aun así, mujeres como Lisbeth Lenton, Jade Edminstone, Danni Miatke y la propia Schipper se proclamaron campeonas del mundo. Por parte estadounidense, el doblete de Kate Ziegler en los 800 y 1.500 metros fue lo más destacado, en vista del fiasco de Natalie Coughlin, que no pudo conseguir ninguna medalla de oro, ni siquiera en los relevos.