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ESTATUTO DE CATALUÑA

Zapatero se compromete a trabajar "a fondo" por un texto "razonable"

Por La SemanaTiempo de lectura2 min
España30-07-2005

Fue en los pasillos de Senado, en una conversación informal con los periodistas. Allí el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, rompió mínimamente el silencio general del Ejecutivo en torno al Estatuto catalán para asegurar que se comprometerá “a fondo” para que el texto sea aprobado tanto en el Parlamento autonómico como en las Cortes.

También declaró que el texto que se apruebe ha de ser “razonable“, aunque no entró en más detalles. Estas son las pocas palabras procedentes del Ejecutivo central o del PSOE en una semana crucial para el Estatuto catalán. El pasado 15 de julio, el líder de Ezquerra Republicana de Catalunya (ERC), José Luis Carod-Rovira, visitó el Palacio de la Moncloa para, entre otras cosas, trasladar al presidente su descontento por muchas de las declaraciones que desde las filas socialistas, personas como el ex vicepresidente, Alfonso Guerra, el presidente extremeño, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, o el presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, estaban dedicando a la reforma estatutaria de Cataluña y alegó que estaban entorpeciendo el proceso de negociación. Carod-Rovira pidió entonces a Zapatero que acallara esas voces criticas y parece que lo ha conseguido. Tan sólo el ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, se ha salido de ese silencio oficial. Lo ha hecho para dar su opinión sobre el conflicto de los derechos históricos que amenaza con hacer fracasar toda la reforma. Sevilla dijo que “irse a 1700 para buscar fundamentos de la competencia de aeropuertos es cuando menos pintoresco”. Mas allá ha ido otro miembro del PSC, en este caso, su portavoz, Miquel Iceta, que advirtió de que el Estatut ha entrado en la UCI debido a las pretensiones de CiU y ERC que ponen su “viabilidad gravemente en peligro“. Además aseguró que de seguir así las cosas y si la reforma estatuaria finalmente no se lleva a cabo, el Gobierno tripartito tendría las horas contadas. Pero el apartado re reacciones también incluye las críticas de la oposición popular. Desde el PP, su presidente Mariano Rajoy declaró que ahora Zapatero esta pagando las consecuencias de la palabra dada en su momento, cuando aseguró que su Gobierno aprobaría cualquier reforma que salieses de la Cámara catalana sin cambiar una coma. Por ello, Rajoy daba la razón a CiU y ERC al asegurar que es normal que ahora exijan lo acordado. Pero también aprovechó para criticar el proceso al manifestar que “lo verdaderamente dramático es que se este debatiendo sobre problemas (refiriéndose a la reforma del estatuto) que no le importan a nadie” y añadió que lo que tendríamos que discutir es sobre los problemas reales de la gente”.