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TENIS

En Sevilla se armó la ¬traca¬

Por Paco SánchezTiempo de lectura2 min
Deportes05-12-2004

España, al contrario que en 2000 y 2002, cuando disputó sus últimas finales, consiguió su primera victoria como visitante –y en pista rápida– desde 1993. La revelación de esta temporada en el equipo capitaneado por Jordi Arrese, Juan Bautista Avendaño y Josep Perlas ha sido, sin duda, Rafael Nadal. La última perla del tenis español fue la sorpresa de la final y no defraudó: no sólo puso en aprietos a Andy Roddick, sino que lo derrotó y puso en bandeja el punto definitivo que ganó Carles Moyà.

Sevilla estaba preparada para un ambientazo, y a fe que lo hubo: 27.000 aficionados se hartaron de animar, jaleando hasta en el calentamiento, y de disfrutar del tenis. La estrategia de los capitanes españoles funcionó: Carles Moyà ganó el primer punto con autoridad y Rafael Nadal fue una pesadilla para Andy Roddick. Aunque los hermanos Mike y Bob Bryan pusieron la nota de incertidumbre ganando el partido de dobles -en el que jugó, de forma testimonial, Juan Carlos Ferrero-, Moyà ganó el partido de su vida -no pudo jugar en la anterior final que ganó España- y se ganó la ovación, junto con todo el equipo, de un público entregado a la causa. España y Estados Unidos superaron en la primera ronda a la República Checa y a Austria, respectivamente. No fue una eliminatoria sencilla para el equipo español, que tuvo que sufrir mucho, sin Ferrero ni Moyà, para derrotar a los checos, a domicilio y en pista rápida. Rafael Nadal debutó con una difícil papeleta, y aunque no pudo vencer al veterano Jiri Novak, su labor fue vital para cansarlo. Las victorias del propio Nadal y de Tommy Robredo contra el joven Tomas Berdych, y sobre todo, el punto de dobles, en el que Robredo y Nadal, sucumbía ante Jiri Novak y Radek Stepanek. El conjunto estadounidense, en tanto, derrotaba a los austriacos por 5-0, con una gran superioridad de Andy Roddick y Robby Ginepri en los individuales. Los cuartos de final arrojaron el mismo resultado para ambos finalistas: los americanos doblegaron a Suecia por 4-1, idéntico resultado que el conseguido por España contra Holanda. Mardy Fish, que debutaba en la Copa Davis, cedió el único punto contra Jonas Björkman. Mientras, Moyà y Ferrero se erigieron como artífices del pase a semifinales, con el doble de Nadal y Robredo como único lunar. La penúltima eliminatoria volvió a ser un camino de rosas para los discípulos de Patrick McEnroe, en su duelo con Bielorrusia –que dio la sorpresa de la competición, al derrotar por 5-0 al potente combinado de Argentina–. El cañonero Roddick volvía a asegurar sus puntos en los partidos individuales, unido al de unos hermanos, Bob y Mike Bryan, invictos a lo largo del torneo. España no pasó mayores apuros para doblegar a Francia, pese al susto inicial que supuso la derrota de Moyà contra el joven Paul-Henri Mathieu. Los partidos individuales de Nadal, Ferrero y Robredo acabaron con la rebelión, y la guinda la puso el punto de dobles, en el que Nadal y Robredo conquistaron su primera victoria.