España ¬necesita mejorar¬ en educación

Por Mar García2 min

Sociedad09-11-2004

Con un suspenso para la comunidad educativa a nivel mundial, la masificación en las aulas y la baja cualificación del profesorado sitúan a España en el puesto 26 en la escala de la UNESCO sobre la educación mundial, compartiendo puesto con países como Hungría o Trinidad Tobago.

El Índice de Desarrollo Educativo (IDE) es el que elabora esta lista basándose en factores como el acceso a la educación primaria, el nivel de alfabetización de adultos, la integración de las mujeres a la enseñanza o la permanencia de los alumnos en los centros educativos. España suspende con un índice de 96,8, tres puntos por debajo de los que lideran la clasificación. Las cifras avisan de la necesidad de aumentar las dotaciones económicas para este sector y aplicar políticas que ayuden a mejorar el nivel educativo español. Un 8,2 por ciento de los ciudadanos mayores de edad no han pasado del tercer curso de educación primaria. Esta cifra es mucho más alta que la que poseen otros países de nivel similar al de España en la Unión Europea (UE). Otra de las deficiencias de la educación es el gasto presupuestario que el Gobierno dedica a ella. Tan sólo el 45 por ciento del Producto Nacional Bruto español se dedica a la educación, una cantidad inferior a la de todos los países de la UE. Además, el porcentaje español dedicado a las ayudas al estudio sólo alcanza el 0,1 por ciento del PIB cuando la media de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) es de un 0,4 por ciento. Ante esta situación, el ministerio de Educación y Consumo ha decidido aumentar en 2005 las becas de movilidad Erasmus y Séneca. España intentará sumarse así a los 1,9 millones de alumnos que actualmente están estudiando la carrera universitaria en un país distinto al suyo. España se ha sometido en los últimos 15 años a tres reformas educativas a las que hay que sumar el nuevo texto legislativo que llevará a cabo el Gobierno y que ya cuenta con el apoyo de los rectores para su negociación. Entre los puntos acordados destacan la redacción de nuevos textos de la habilitación del profesorado, mejorar el funcionamiento la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA) y regular la autonomía universitaria.