EUROPA
Los 10 nuevos miembros de la UE planean adoptar el euro antes del 2010
Por Paula Escalada Medrano
1 min
Economía13-11-2004
La Unión Europea crece día tras día y no solo en número de miembros sino también en lo que en su origen inspira: unión. Mismas fronteras, misma moneda… cada vez son más los que quieren sumarse a esta potencia que pronto se convertirá en alternativa a la otra grande: pronto estará a su nivel.
El pasado 1 de mayo del 2004, la Unión Europea (UE) aumentó en 10 sus estados miembros. Se convertía así en la Europa de los 25. Apenas medio año después, los nuevos ya planean incorporarse también a los países del euro. Según un informe de la Comisión Europea (CE), esta incorporación se llevará a cabo entre los años 2007 y 2010. De hecho, en algunos países ya se ha comenzado con los preparativos previos. Así, Estonia, Lituania y Eslovenia se han adherido al Mecanismo de Cambio Europeo (MCE II), considerado como la antesala del euro. Éstos, junto con Chipre, pretenden adoptar la moneda en el 2007. Los otros seis países quieren hacerlo antes del 2010. Lo que se comprueba, por ejemplo, en que todos, excepto Hungría, ya han lanzado el proceso de elección del diseño de las caras nacionales que ilustrarán sus monedas. Según el informe de la CE, se prevé que el funcionamiento del euro se lleve a cabo de un modo automático, es decir, ponerlo en circulación el mismo día de la adhesión a la Unión Monetaria Europea. Los países que ya tienen el euro, excepto Grecia, tuvieron tres años de transición entre sus monedas autóctonas y el euro. En estos nuevos casos, Bruselas no lo considera necesario. El contacto con el euro no es nuevo para casi ninguno de los 10 países, puesto que, según el Eurobarómetro, cerca del 50 por ciento de la población ya lo ha utilizado en países extranjeros, así como de manera informal en sus propias naciones. A pesar de esto, se calcula que sólo el 40 por ciento de los ciudadanos de los países recién incorporados cree que la adopción será favorable a sus intereses, frente al 45 por ciento que opina lo contrario.