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COSTA DE MARFIL

La violencia aumenta tras el bombardeo de la aviación francesa

Por Miguel MartorellTiempo de lectura1 min
Internacional14-11-2004

La muerte de nueve soldados franceses al norte de Costa de Marfil por los bombardeos del Gobierno a las regiones rebeldes fue respondida inmediatamente por el Ejército de Francia, al que se le atribuyen más de cincuenta bajas civiles y centenares de heridos.

La tensión política, económica y social que se desató en Costa de Marfil tras la caída de los precios de las materias primas y el golpe de Estado de manos de los rebeldes a finales de los 90, parece haber estallado definitivamente. Mientras un Gobierno de "salvaguardia" se hace cargo de la situación política del país, los insurgentes de las Fuerzas Nuevas (FN) han denunciado movimientos de "mercenarios y dobles agentes" en el sur del país, lo que les ha llevado a reunir a sus militantes en las regiones septentrionales del país. Si el ataque de la aviación del Ejército gubernamental se cobraba las vidas de nueve soldados franceses en misión de paz, los galos no tardaban en reaccionar y derribaban los aviones marfileños y bombardeaban varias poblaciones al norte del país, dejando decenas de muertos y centenares de heridos. En medio de un clima tenso, grupos de lugareños asaltaron viviendas y negocios franceses y extranjeros y provocaron una pronta reacción europea de rescate y repatriación de los civiles allí instalados. La ONU, auspiciada por Francia y varios aliados, lanzará una resolución que prevé la imposición incondicional de sanciones a Costa de Marfil si no colabora en el proceso de democratización. "EE.UU., emblema de la libertad, debería ayudar al Gobierno democráticamente elegido pidiendo a los soldados franceses que vuelvan a sus cuarteles e intentando alcanzar un aplazamiento de la resolución de Naciones Unidas", declaraba el enviado especial del presidente marfileño a Washington, intentando devolver la calma a un país que se debate dramáticamente entre la crisis y la guerra civil.