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ANÁLISIS DE LA SEMANA

El puzzle no me encaja

Fotografía

Por Gema DiegoTiempo de lectura2 min
Economía28-03-2004

La renovación de cargos económicos en España y Europa está a punto de configurar un curioso panorama y dejar a Rodrigo Rato sin premio. Teníamos olvidado a Pedro Solbes, entretenido en su destierro europeo, cuando José Luis Rodríguez Zapatero ha vuelto a rescatarlo para la cartera de Economía. Solbes tiene ahora la oportunidad de de demostrar lo que vale como regidor económico y borrarnos de la memoria el recuerdo que tenemos de él durante el último gobierno de Felipe González: no en vano fue una época difícil, con la crisis post-92, el paro disparándose, la economía entrando en ciclo recesivo y el gobierno socialista en su última legislatura y en decadencia. El regreso de Solbes a España deja vacante una suculenta plaza: la comisaría europea de Asuntos Económicos y Monetarios. El principal candidato, Joaquín Almunia, otro que también andaba bien lleno de polvo en el desván. Almunia es un hombre que no brilla, y que cuando ha intentado dar luz le han echado encima un cubo de agua para que se esté tranquilito y se largue trasquilado. Se presentó a las primarias del PSOE. Las perdió. A pesar de eso, las presiones en el partido le quitaron a Josep Borrell de en medio, y Almunia fue finalmente candidato a la presidencia del Gobierno. Se presentó a las elecciones. Volvió a perder. Y a partir de ahí, poco o nada se supo de de él. Almunia tendrá que vérselas ahora con Enrique Barón, que llegó a ser presidente del Parlamento Europeo. ¿Perderá Almunia de nuevo? Y, junto a Almunia, ¿Rodrigo Rato tendrá que colgarse también la etiqueta de perdedor? A Rato le han surgido unos contratiempos, llamados oposición de Italia y silencio de Francia. Si cada país europeo tiene una representante colocado en organismos importantes, y no se puede repetir nacionalidad, a este paso Rato va a quedarse compuesto y sin FMI. Y, lo que es peor, sin Ministerio de Economía con el que entretenerse. En el puzzle hay una pieza que no encaja.

Fotografía de Gema Diego