ANÁLISIS DE LA SEMANA
Más que Espe, Esperanza
Por Amalia Casado2 min
España26-10-2003
Pocos minutos antes de las doce de la noche -hora bruja, hora mágica- Alberto Ruiz-Gallardón deshacía el maleficio que parecía haber caído sobre la Comunidad de Madrid: el Partido Popular había logrado la mayoría absoluta para gobernar, poniéndose fin a una noche larga y a la legislatura más corta de su historia: 80 días, los mismos que tardó Fogg en dar la vuelta al mundo. Ruiz-Gallardón, presidente en funciones saliente de la Comunidad de Madrid, se reservó el privilegio de dar el dato de la victoria y lo hizo después de una larga lista de agradecimientos, alargando la torturadora tensión para populares, socialistas y votantes de ambos que aún no conocían la victoria del Partido Popular: “Los madrileños han ganado las elecciones, y con ellos y porque ellos han querido, el Partido Popular, con un respaldo histórico superior al que hemos tenido otros Gobiernos de Madrid y otras Comunidades Autónomas”. La Comunidad de Madrid tendrá presidenta de Gobierno: la primera mujer que logra tal cargo, después de ser también la primera mujer presidenta del Senado: Esperanza Aguirre. Mucho más que “ESPE” y a pesar de Caiga quien caiga. Este es punto y final a la crisis institucional en la Comunidad de Madrid, con un “gobernaremos para todos los madrileños” de Esperanza Aguirre, un “ahora a trabajar” de Mariano Rajoy, y una ausencia elegantísima en el balcón de la sede del PP en Génova: la de José María Aznar. El relevo ha sido ejecutado con limpieza y desde la palabra de honor. Pero se reabre la herida de la crisis en el Partido Socialista: una crisis de liderazgo que se saldará en las elecciones generales, que pone al PSOE ante el abismo de sí mismo, a José Luis Rodríguez Zapatero en la cuerda floja y a José Bono en la línea de salida de un posible relevo de liderazgo. Rafael Simancas, a pesar de que no quiso dejar sombras de duda sobre la legitimidad de los comicios que quiso ponerse en cuestión en varias ocasiones a lo largo de la noche electoral, no fue capaz de felicitar a los vencedores, lo que hubiera dejado al descubierto el talante de la oposición si no llega a comparecer el propio Zapatero. La vuelta a la normalidad en la Comunidad de Madrid contrasta con la absoluta anormalidad y tensión en el País Vasco. Continúa el desafío al Estado tras la aprobación por el Gobierno Vasco del proyecto secesionista e independentista de Juan José Ibarretxe. Álava y Navarra ya han anunciado que no quieren formar parte de la aventura independentista. Aunque hay quienes consideran que el ejército debería tomar las calles del País Vasco, el PP tiene claras las actitudes con las que hará frente a la amenaza: contundencia sin complejos y prudencia, dos claves de éxito que han llevado al Partido Popular a cotas de confianza que jamás soñó.
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Amalia Casado
Licenciada en CC. Políticas y Periodismo
Máster en Filosofía y Humanidades
Buscadora de #cosasbonitasquecambianelmundo